(1)Los policías fallecidos en un choque en la carretera a Progreso recibieron un trato distinto al del ciclista embestido por los agentes de la misma corporación en la avenida Itzaes.
"A nosotros ni siquiera nos avisaron. En cambio a los familiares de policías (fallecidos) les dieron de todo", manifestó Hermenegilda Herrera, hermana del ciclista José Antonio Herrera, quien murió al ser arrollado por una camioneta de antimotines de la SSP.
En esos dos mortales choques la atención a los fallecidos y a los deudos, como señala Hermenegilda Herrera, fue completamente distinta.
José Antonio Herrera falleció el día 2 cuando fue arrollado por una camioneta en la Itzaes con calle 79. Los agentes iban con exceso de velocidad. Los policías Santos Leonardo Xool Keb y Géner Jesús Urtecho Rodríguez murieron el día 10 al chocar con un tráiler cuando regresaban de Progreso.
Los familiares del ciclista desconocen si se detuvo a algún agente y si éste pagó una caución. El chofer del tráiler fue detenido y se le fijó una fianza de $1.300,000. Al ciclista se le practicó la autopsia de ley al día siguiente de su muerte y como no tenía identificación se le envió a la morgue, donde su cuerpo fue rescatado el miércoles 17. A los policías no les hizo la autopsia a pesar de que surgió la versión de que estaban alcoholizados e iban muy rápido.
Antonio Herrera estuvo a punto de terminar en la fosa común porque sus familiares no sabían de su muerte. Los policías fueron inhumados con los honores de quienes fallecen en cumplimiento de su deber.
A la inhumación de José Antonio Herrera sólo asistieron sus parientes, que depositaron en la tumba parte de las flores que venden. El sepelio de los policías incluyó coronas pagadas con el erario y la asistencia de numerosos funcionarios.
Los deudos del ciclista no han recibido ni ayuda ni orientación. Los familiares de los agentes tienen garantizada la subsistencia.
De la muerte del ciclista no se informó oficialmente
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