Focos rojos en la salud yucateca

26 septiembre 2011
Noticias de Yucatán

 ()


Alertan otra vez sobre los peligros de diabetes y obesidad 
Publicada:  26 septiembre 2011

  La diabetes es una enfermedad relacionada con la obesidad y en Yucatán tenemos un problema muy fuerte con esta última. Para contrarrestarlas se requiere un cambio de hábitos alimentarios, y la educación desempeña un papel importante, alerta Lilianne Maza Rodríguez, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).

  En amplia entrevista, la doctora Maza Rodríguez habla de los mitos sobre el consumo de carnes, de la cultura alimentaria y del papel decisivo de la familia en la formación de niños con una buena nutrición.

La diabetes puede tener su origen en factores hereditarios o alimentarios, indica.

Entre mitos y peligros
El yucateco no está condenado a ser obeso ni diabético 
Publicada:  26 septiembre 2011 



 Uno de los grandes mitos en la cultura de los yucatecos es que la cocina tradicional, con muchos guisos ricos en grasa, influye en los elevados índices de diabetes y obesidad, de los más altos del país.

¿Tiene sustento profesional y científico esa versión?

Lilianne Maza Rodríguez, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), responde:

  "Se puede ser felizmente yucateco, sin que eso signifique padecer obesidad o diabetes, si tenemos hábitos alimentarios variados y cuidamos la calidad de los alimentos que consumimos".

  Y abunda: "El yucateco puede comer los mismos guisos que le impone la cultura, pero aplicando estrategias más sanas a los alimentos. Por ejemplo, no es lo mismo preparar frijol con puerco con carne de mucha grasa que hacerlo con una carne más limpia".

  No obstante, la licenciada Maza Rodríguez admite que los problemas de obesidad y diabetes, incluso en niños, son graves en Yucatán y los atribuye principalmente a malos hábitos de alimentación.

"Hay que entender que la diabetes es una enfermedad muy relacionada con la obesidad", explica en amplia entrevista en sus oficinas de la Facultad de Medicina. "En primera instancia, en nuestro Estado padecemos un problema de obesidad muy serio, como en todo el mundo, pero aquí estamos confrontando una realidad muy fuerte".

"Hay que ver el contexto en el cual se mueve la persona, cuál es su estilo de vida, si hace ejercicio o no, porque no es sólo el alimento que consume. Tienen que ver el sedentarismo y el consumo de refrescos gaseosos, que tienen mucho auge en Yucatán.

"Definitivamente, una persona con obesidad es candidata en primera instancia para la diabetes. Es cierto que puede haber factores hereditarios, pero tienen mucho peso los relacionados con la alimentación".

La niñez no es ajena a la epidemia en que se han convertido la obesidad y la diabetes. Esto, de acuerdo con la profesional, está ligado también a los hábitos alimentarios.

"Estamos viviendo una etapa de transición nutricional, en la cual los hábitos se están transformando", detalla. "Si comparamos un niño de esta época con uno de hace tres o cuatro décadas vamos a encontrar grandes diferencias. Los de hace 30 ó 40 años eran niños cuyas mamás, por lo general, no salían a trabajar y preparaban la comida en casa.

"Cuando llegaban de la escuela, los niños comían y luego salían a correr al patio. Muchas veces las colaciones entre comida y comida eran tamarindo y guayaba que bajaban de los árboles de la casa.

"Ahora no es así. El pequeño regresa de la escuela no caminando sino en automóvil con mamá, que muchas veces no tiene tiempo de cocinar y compra comida en la cocina económica.

"Desde luego, no es lo mismo que mamá prepare la comida, cuidando la calidad de los alimentos, a que lo haga una persona que lo ve como negocio nada más."Luego el niño, en lugar de salir a correr y tomar colaciones, se queda en su cuarto para ver televisión o trabajar con la computadora alrededor de cuatro o cinco horas. Después se sienta a 'vacilar' con su teléfono celular. Muchas de estas costumbres están influyendo, tristemente, para que se adquieran hábitos inadecuados para la salud".

Lilianne Maza precisa que no está en contra de que las mujeres trabajen. "Por el contrario, es bueno trabajar. La mujer hace un esfuerzo heroico y donde estamos fallando es en programas educativos para las familias. Las madres necesitan recibir información con estrategias favorables para que puedan ofrecer a sus familias un menú más sano", puntualiza.- Angel Noh Estrada; angelnoh@megamedia.com.mx




No hay que satanizar al cerdo
Las carnes rojas no son tan malas: hay bondades en ellas 
Publicada:  26 septiembre 2011
La carne de cerdo se ha visto afectada por algunas "campañas dietéticas" mal orientadas y de escaso sustento  Ver fotos(1)
  "Una alimentación correcta debe tener variedad, tanto carnes rojas como blancas, vegetales, leguminosas, cereales, frutas y verduras", recuerda Lilianne Maza Rodríguez, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Medicina de la Uady.

  Cuando se le hace notar que en estos tiempos de cultura "light" se tiende a satanizar la carne de cerdo, la profesional indica que muchas personas lo hacen porque ignoran las bondades de las carnes rojas y no saben llevar un plan de alimentación más sano y equilibrado. Esto las conduce a identificar ciertos alimentos como malos o buenos y a elevar las cualidades de algunos.

"Si queremos hablar de las bondades de las carnes rojas tenemos que pensar en que nos aportan hierro, lo cual nos proporciona hemoglobina", dice.

"En Yucatán hay más inclinación a la carne de pollo, pero hay que ver que una chica en edad reproductiva, o una mujer adulta, definitivamente requieren buenas cantidades de hierro, porque son personas que están menstruando".

  La licenciada Maza Rodríguez añade que muchas veces sólo se piensa en la grasa de la carne de cerdo y en los guisos grasientos que se obtienen con ella, sin tomar en cuenta que tiene mucho que ver la forma de preparación.

"No se trata de quitar absolutamente las carnes rojas de la alimentación", apunta. "Hay que saber, con la guía de un profesional de la nutrición, cómo y en qué cantidades podemos incluirlas en nuestra dieta".

"Una dieta variada debe incluir pollo, pescado y carnes rojas. Puede ser, por ejemplo, de carne de cerdo dos veces a la semana y de solamente vegetales, como tortitas de papa o chayotes rebosados, en un día. Y otro día puede ser de un guiso de pollo con papas, y al siguiente de pescado a la plancha... En fin, una dieta recomendable es la que tiene variedad, pero hay que precisar que cada grupo de personas tiene diferentes necesidades".

  En cuanto a las carnes de aves y pescado, indica que su consumo se ve influido porque son más limpias de grasa y en este caso siempre tendrán ventaja sobre las de cerdo, res y borrego.

En el cerdo, abunda, también hay diferencias en grasa. No es igual en las vísceras que en el lomo o la pierna.

Charlatanes con un "hechizo" pasajero
Aconsejan recurrir a profesionales para una dieta adecuada 
Publicada:  26 septiembre 2011
Lilianne Maza Rodríguez, coordinadora de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Uady
Lilianne Maza Rodríguez, coordinadora de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Uady Ver fotos(1)
El bombardeo publicitario de productos "milagrosos" que ofrecen bajar de peso en forma rápida y sin esfuerzos obtiene fáciles víctimas en quienes buscan mejor imagen física.

Lilianne Maza Rodríguez, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Medicina de la Uady, recomienda tener cuidado con los charlatanes.

"Voy a insistir en que se busque la guía de un profesional de la nutrición, que está preparado para transmitir un conocimiento con respaldo científico", señala. "Reducir de peso no sólo significa bajar kilos, sino transformar los hábitos de la persona.

"Si alguien baja de peso y no cambia sus hábitos alimentarios tendrá problemas en el futuro, cuando termine el hechizo de algún producto que cae en la charlatanería".

La catedrática también dice que en el hogar es importante la sensibilización de los padres para que se puedan formar niños bien nutridos.

"Los niños son vulnerables y dependen de los padres", continúa. "Compran productos porque nosotros les damos dinero, y si compran lo que quieren es porque les faltan consejos para ello".

"Y para que el padre pueda dar esa información debe tener el conocimiento también. Si hablamos de una familia donde el padre y la madre padecen obesidad, desde luego que no habrá ni conciencia ni sensibilización para hacerlo".

También recalca que la buena alimentación siempre se reflejará en la persona. "Un niño con desnutrición no rendirá en la escuela y siempre tendrá apatía. Otro con sobrepeso tendrá dificultades para correr y se sentirá cansado, porque pesa su cuerpo, y entonces baja su autoestima"
.
compartir en facebook compartir en twitter compartir en google+

Visitas

Opinión

Elecciones

Nota Destacada