Noticias de Yucatán
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Manifestantes se quedan, a pesar de la restricciones
Tres mujeres se convirtieron ayer en una “isla” en medio de las extremas medidas de seguridad establecidas en la Plaza Grande con motivo de la visita presidencial. Fueron las únicas personas ajenas en esa vigilada zona donde sólo accedieron militares, agentes policíacos y algunos funcionarios locales.
Ellas son Emma Molina Canto, la madre de ésta y la activista Adelaida Salas Salazar. Como ya informamos, la primera realiza una huelga de hambre ante al Palacio de Gobierno. Sus acompañantes se le sumaron anteanoche.
Ayer, tres guardias de seguridad vestidos de civil, pero armados, las vigilaron a ellas y su tienda de campaña. No se permitió que reporteros las entrevistaran.
Emma Molina mantiene un proceso legal contra su ex esposo Martín Medina Sonda y pide que le entreguen a los tres hijos de la pareja, a los cuales, dice, no ve desde hace siete meses.
Ayer hubo otra protesta en la plaza, al pie del asta bandera: Porfirio Vera Cortés, regidor de Yobaín, acompañado de cuatro personas, se apostó con carteles para protestar contra el alcalde de ese lugar, Adonay Avilés Sierra, al que acusa de cacique que no rinde cuentas, desvía el erario y convirtió a Yobaín “en pueblo sin ley”.
Indicó que no sesiona el Cabildo, se impuso al comisario municipal de Chabihau, hay nepotismo, venganza política contra la población y robo de parcelas, ranchos y casas.
“Los servicios públicos son deplorables, los empleados públicos son déspotas y no se generan empleos”.
El grupo dijo que desde hace 30 años ese municipio está en mano de un caciquismo implantado por Domingo Avilés Cetina, quien fue tres veces presidente municipal de Yobaín. Lo imitaron sus hijos Wilmer y Adonay, quienes también ocuparon la alcaldía en tres ocasiones.
En la plaza también estuvo Rosa Cortes Moo, quien dijo ser líder social y presidenta del Subcomité Seccional 495 del PRI. Intentaba hablar con el presidente Enrique Peña para pedirle que el Servicio Postal Mexicano reinstale a Isaías Salazar Loría, despedido como parte de un recorte de personal. “Quiero que el Presidente me ayude -dijo la mujer.- Hansel Vargas
Cifras | Vigilancia
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Cuadras afectadas
Por la visita presidencial se cerraron totalmente varias calles a la circulación de vehículos y en otras incluso se prohibió el paso de peatones. Abundaron los congestionamientos viales.