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La maestra Denis Balam de la Rosa da clases a niños de preescolar. Bajo estas líneas, el kínder "Carita Feliz", de la colonia Lázaro Cárdenas
Juan Rigoberto Cervantes Romero, secretario general del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Yucatán (Setey), dice que desafortunadamente el maestro actual ya no es la figura de antes, cuando era una persona querida, respetada y con autoridad en las comunidades donde trabajaban.
Ahora los maestros trabajan con temor por la vigilancia casi hostigadora de los padres de familia, de los directores y supervisores y para evitar problemas “deja que el niño haga lo que quiera en la escuela”.
“Yo trabajé en pueblos rurales y los maestros nos quedábamos a vivir durante la semana en las comunidades. Erámos los amigos, los consejeros, los promotores de deportes y ayudábamos a solucionar problemas a las familias”, recuerda Cervantes Romero. “Nos invitaban a comer frijoles, tomate frito, chile y tortillas a mano. Cuando los profesores empiezan a viajar diario, allá se pierde ese lazo de convivencia, comunicación con la gente y el respeto”.
Los bajos niveles de educación "no sólo son su culpa"
Afirman que afrontan falta de libertad y de confianza para educar
Para tres líderes magisteriales la figura del maestro ha sufrido una devaluación social debido a las críticas que reciben por la baja calidad de la educación, los métodos de lucha radicales de algunos trabajadores y las amenazas de los padres de familia con denunciar presuntas violaciones de los derechos humanos de los niños.
La falta de libertad y de confianza para educar a los niños y niñas ocasiona que los profesores de la actualidad estén “contenidos y limitados” para poner orden, disciplina, enderezar la conducta de los alumnos y exigir con firmeza el cumplimiento de las tareas escolares.
“De unos años para atrás la figura del maestro sí está devaluada ante la sociedad. Todos quieren echarle la culpa por los resultados de la educación nacional”, admitió Angel Burgos Narváez, secretario general de la Sección 57 del SNTE.
“La culpa de los bajos niveles en la educación no es por el trabajo de los maestros en las aulas, es un conjunto de factores que lo ocasionan. Los niños viven en ambientes familiares desintegrados, en núcleos disfuncionales, no reciben el apoyo de los padres para el cumplimiento de sus tareas y padecen desnutrición que afecta el rendimiento cerebral”, añadió.
“Quienes están libres de esas enfermedades sociales son exitosos”, enfatizó.
En su opinión, el maestro aún es una figura fuerte en la sociedad porque su trabajo sí tiene mucha importancia en la formación de las nuevas generaciones.
El maestro, bajo mayor presión
Hay vigilancia "casi hostigadora" de los padres, lamentan
El líder del Setey cree que otro factor que ha propiciado una devaluación en la figura del profesor son las actitudes de los padres modernos “porque ahora creen que se le hace mal a sus hijos con llamarle la atención, corregir su conducta o marcarles trabajo escolar”. Ante cualquier inconformidad amenazan con denunciar en derechos humanos, en el ministerio público o ante las autoridades educativas.
“Me ha tocado defender a maestras bien intencionadas que por querer ayudar y corregir a sus alumnos las demandan”, dice Cervantes Romero. “No saben cómo sufren, cómo les afecta en sus aspiraciones magisteriales y la vida de hostigamiento que les hacen los padres de familia”.
Cervantes Romero afirmó que los maestros actuales “están acorralados” para enseñar y educar con libertad porque hay madres de familia que vigilan a los profesores y profesoras durante el día. Cuando tienen desconfianza permanecen a las puertas de las escuelas, acechan en los salones, vigilan los movimientos de los profesores y los recreos.
“Los propios padres de familia propician que los niños no se desenvuelvan con libertad en la escuela”, señaló. “Los maestros están preparados para enseñar y corregir las malas conductas de los alumnos, pero lo hacen con temor, con miedo y con el riesgo de que los denuncien”.
Cervantes Romero encabeza la planilla única de unidad y será reelecto para un segundo período de cuatro años como líder del Setey durante una votación tipo IFE que se realizará los días 22, 23 y 24 próximos.
Angel Burgos Narváez, secretario general de la Sección 57 del SNTE, opina que el maestro aún es una figura fuerte en la sociedad porque todavía se valora la importancia de su trabajo en la formación de las nuevas generaciones, pero el escarnio que hacen algunos sectores que quieren tener el control del magisterio les mina su prestigio profesional.
Gerardo Alba Castillo, representante del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE en Yucatán, consideró que los métodos de lucha de los profesores radicales del país deterioran la imagen y prestigio de los maestros, pero los de Yucatán son diferentes porque su compromiso con la educación y la sociedad lo demuestran en las aulas.
“La movilización en algunos estados del país afecta el prestigio de los maestros porque lo malo se refleja en las primeras planas de los periódicos y principales noticiarios de televisión”, admitió. “La sociedad siempre se queda con lo malo y eso perjudica la imagen del profesor en general porque creen que todos son iguales”.
En Yucatán, la Sección 57 agrupa a 6,800 profesores, la Sección 33 a 15,000, el Setey a 3,480, pero sólo 2,400 pagan cuota sindical, y el Sindicato Independiente de Trabajadores Transferidos de la Educación en Yucatán (Sittey), menos de 500.- Joaquín Chan Caamal
Líder | Reelecto
Juan Rigoberto Cervantes Romero será reelecto para un segundo período.
Números
En Yucatán, la Sección 57 agrupa a 6,800 profesores, la Sección 33, a 15,000, el Setey, a 3,480, pero sólo 2,400 pagan cuota sindical, y el Sindicato Independiente de Trabajadores Transferidos de la Educación en Yucatán (Sittey), menos de 500.
