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La entrega de premios a distintas autoridades ganadoras de reciente concurso de transparencia organizado por el Inaip es una acción positiva, pero representa apenas el inicio de un camino que debimos transitar hace tiempo, manifestó Luis Ramírez Carrillo, sociólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán.
El académico expuso que la creación de mecanismos de transparencia, como el Inaip, es sólo la primera de las tres etapas del proceso que debe darse para que los impuestos no sean desviados sino bien utilizados, que rindan resultados y generen crecimiento económico e igualdad social.
Ramírez Carrillo indicó que las dos etapas que faltan son la rendición de cuentas y las consecuencias para quien haga mal uso de esos fondos.
El sociólogo Luis Ramírez habla de la transparencia
La rendición de cuentas, explicó, no es sólo decir en qué se gastó el dinero sino demostrar que la inversión fue acertada, que esta dio frutos, que solucionó problemas o necesidades, que hubo resultados.
Y las consecuencias, agregó, son aquellas que se traducen en cárcel para los gobernantes y administradores que sustraen dinero que pertenece a todos los ciudadanos. Aquellos deben ser sancionados y obligados a reintegrar lo que desviaron.
-Si no llegamos a la tercera etapa, como hicieron hace tiempo muchos países, las otras fases del proceso son inútiles -advirtió.
El investigador de la Unidad de Ciencias Sociales de la Uady dijo que en otras partes del mundo bastó una administración gubernamental para poner en marcha las tres etapas ya citadas, y en cambio Yucatán lleva una década sin salir de la primera fase.
Luis Ramírez señaló también que no se pude construir una administración moderna si se mantienen viejas prácticas corruptas.
Además destacó la necesidad de cambiar la mentalidad hacia el bien público, ese que pertenece a todos y por tanto todos deben vigilar su uso.
-Lamentablemente se considera que el bien público no es de nadie y, en consecuencia, cualquiera lo puede tomar -añadió-. El bien público es de todos, y hay que ver que se utilice bien.
Coincidió con quienes opinan que ante el aumento de la presión por parte del fisco hacia los ciudadanos, debe crecer la exigencia a las autoridades para que hagan buen uso de ese dinero y rindan cuentas de ello.
Al preguntarle su opinión sobre el concurso del Inaip, en el cual el Ayuntamiento de Mérida obtuvo el primer lugar en transparencia, Ramírez Aznar respondió que es una oportunidad para reflexionar sobre lo que falta por avanzar en ese campo.
Recordó que el objetivo de los mecanismos de transparencia es combatir la corrupción cometida en forma directa o indirecta, es decir mediante robo o bien con nepotismo, ineficiencia, malas decisiones e inversiones inadecuadas y sin resultados.
-Esto no es sólo una cuestión moral o legal, también es un asunto de eficiencia -expresó-. El manejo del dinero público tiene que ser honesto y eficiente.
-La honestidad es fundamental, pero por sí sola no basta, es sólo la mitad del camino. Se requiere además eficiencia -apuntó Ramírez Carrillo.
