Kanasín: el crecimiento explosivo

12 julio 2014
Noticias de Yucatán ()

Tiene más gente que Mérida por kilómetro cuadrado

Kanasín es el ejemplo más elocuente de la explosión demográfica en Yucatán: desde hace varios años se convirtió en el segundo municipio más poblado, después de Mérida, y ahora supera a éste en densidad de población, es decir, tiene más habitantes por metro cuadrado que cualquier otra localidad yucateca.
Esta situación no variará, pues las proyecciones basadas en el ritmo de crecimiento anual indican que en 2030 Kanasín tendrá más de 120,000 habitantes. Hasta el Censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la población de su cabecera era de 77,240 personas, muy arriba de los 48,973 de Valladolid y los 46,971 de Tizimín, que le seguían en la lista.
De acuerdo con datos proporcionados por el Consejo Estatal de Población (Coespo), en 2000 Mérida tenía una densidad de población de 821 habitantes por kilómetro cuadrado. Le seguía Kanasín, con una densidad de 538 personas.
Detrás de ellos aparecía Progreso, con 180. El promedio de densidad en todo el Estado era entonces de 42 personas por kilómetro cuadrado.
La situación se fue modificando con el paso de los años. En 2005 Mérida seguía a la cabeza de ese renglón con 910 habitantes por kilómetro cuadrado y Kanasín estaba detrás, con 711; en 2010 Mérida pasó a 979 y, por primera vez, Kanasín lo superó, con 1,097.
En 2014 la brecha se abrió. Kanasín se ubica este año con una densidad demográfica de 1,333 habitantes por kilómetro cuadrado y Mérida está de nuevo en segundo lugar, con 1,033.
La diferencia es de 300 personas, que rebasa incluso la densidad que presenta actualmente Progreso, de 214 por kilómetro cuadrado.
En todo el Estado, la densidad de población es de 53.
Kanasín ejemplifica los efectos de los asentamientos en las zonas más cercanas a Mérida, municipio con el cual está conurbado.
También resiente las consecuencias del fenómeno migratorio, aunque en menor medida que la capital yucateca.
Jorge Cerón Reskala, jefe del área de información, estadística y estudios del Consejo Estatal de Población (Coespo), explica que hay varios tipos de migración. Uno de ellos es conocido como migración golondrina y se refiere a las personas que van y vienen en tiempos cortos, a nivel intermunicipal.
“Hay amas de casa que se van a trabajar y solicitan apoyo de gente que venga a hacerles la limpieza de sus casas”, indica. “Van y vienen diario, generalmente de alguna localidad cercana como Umán o Kanasín. Hay otras personas que vienen de más atrás en busca de un empleo o estudiantes que asisten a la universidad, porque en sus municipios no tienen esa oportunidad”.
Jorge Cerón, de cuyas declaraciones también dimos cuenta ayer, señala que la migración interna es un problema muy complejo y dinámico, en franco crecimiento.
“Está en crecimiento porque las grandes urbes, como son Mérida, Progreso y Valladolid, cuentan con toda la infraestructura de servicios que atrae: educación, salud…”, enfatiza.
También dice que en el caso de la periferia de Mérida hay asentamientos que crecen a paso acelerado y son reflejo de varios tipos de migración, incluso de personas que vienen de otros estados atraídas por la seguridad y la tranquilidad del Estado y, además, en busca de oportunidades.
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