Noticias de Yucatán
Los cuerpos de María Inés Jovita Bautista Díaz y Claudia Estefanía Merino Bautista fueron entregados al medio día de ayer al viudo José Ángel Merino de la Torre por la Fiscalía General del Estado.
Ambas mujeres fueron asesinadas, presuntamente, por José Ángel Merino Bautista hijo y hermanito, respectivamente, de las antes mencionadas, durante la tarde del pasado jueves en el fraccionamiento Juan Pablo II.
Los cuerpos fueron trasladados, a la 1:30 de la tarde, a la funeral “La luz del cielo”, en la avenida Itzaes, donde familiares y amigos estuvieron velándolas hasta hoy a las 10 de la mañana, para luego partir al Cementerio Xoclán; el sepelio está programado para las 11 de la mañana.
Personas afuera de la funeraria donde fueron velados los cuerpos de las mujeres asesinadas
Al principio se había mencionado que ambas mujeres serían enterradas desde ayer a la una de la tarde, incluso varios jóvenes, al parecer amigos de Jessica de la escuela, quien descubriera los cuerpos de su madre y hermana, llegaron al cementerio Xoclán con flores en las manos, pero al enterarse que aún no sería el funeral se marcharon.
Los cuerpos de María Inés Jovita Bautista Díaz y Claudia Estefanía Merino Bautista fueron entregados al medio día de ayer al viudo José Ángel Merino de la Torre por la Fiscalía General del Estado.
Ambas mujeres fueron asesinadas, presuntamente, por José Ángel Merino Bautista hijo y hermanito, respectivamente, de las antes mencionadas, durante la tarde del pasado jueves en el fraccionamiento Juan Pablo II.
Los cuerpos fueron trasladados, a la 1:30 de la tarde, a la funeral “La luz del cielo”, en la avenida Itzaes, donde familiares y amigos estuvieron velándolas hasta hoy a las 10 de la mañana, para luego partir al Cementerio Xoclán; el sepelio está programado para las 11 de la mañana.
Personas afuera de la funeraria donde fueron velados los cuerpos de las mujeres asesinadas
Al principio se había mencionado que ambas mujeres serían enterradas desde ayer a la una de la tarde, incluso varios jóvenes, al parecer amigos de Jessica de la escuela, quien descubriera los cuerpos de su madre y hermana, llegaron al cementerio Xoclán con flores en las manos, pero al enterarse que aún no sería el funeral se marcharon.