Noticias de Yucatán
Yucatán, uno de los estados más tranquilos del país, cuenta con altos índices de homicidios por razón de parentesco; es decir, una persona mata a otros integrantes de su familia.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos tres años en el Estado han ocurrido 143 homicidios calificados, de los que 60% (alrededor de 85) fueron perpetrados por integrantes de la propia familia.
De esta cifra, el 70% (59) de las víctimas son mujeres, 22 eran esposas, 10 amasias, 10 hermanos, cinco madres de sus victimarios, dos primos y en los otros casos no se especificó.
Las principales razones son por celos, infidelidad, viejas rencillas o deudas, según los datos de la Fiscalía General del Estado. Esto sin contar los homicidios culposos o imprudenciales, donde en tres años se han registrado 60 muertes en las que el victimario es un pariente cercano. La mayoría de estos casos sucedió durante una cacería.
En Mérida se han registrado alrededor del 55% de los homicidios calificados en razón de parentesco, en especial en el sur y poniente de la ciudad, revelan las estadísticas. En el interior del Estado el problema se concentra en la zona sur.
El homicidio más reciente ocurrió anteayer en el fraccionamiento Juan Pablo II. José Ángel Merino Bautista habría asesinado a su mamá y a su hermana.
Sobre este caso informamos ampliamente en notas aparte.
Casos previos
Otros crímenes parentales que sucedieron en Yucatán son los siguientes:
En septiembre pasado, Mario Jesús Rosado González, ebrio al momento del crimen, mató a cuchilladas a su hermano Jorge en un predio rentado de la calle 89 entre 56 y 58 del Centro.
También en septiembre, pero de 2014, Gaspar Catzín Pech, vecino de Mocochá y cegado por los celos, mató a su esposa, Wendy Guadalupe Pech Tzuc. El cuerpo fue descubierto por una hija del matrimonio.
Uno de las casos más sonados fue el de Roger Antonio Pool Cab, quien en octubre de 2013, en Acanceh, presuntamente mató a su hermano Víctor Manuel y luego a su mamá, Felipa Cab Tun. Arrojó ambos cadáveres a un pozo.
Después de su detención, dos meses más tarde, el Tribunal Primero de juicio oral con sede en Kanasín lo dejó en libertad el año pasado por falta de pruebas.
En otro hecho, en junio de 2013, Ignacio Ku Mugarte asesinó a machetazos a su hermano Mario, en Tzucacab. El crimen se dio porque la víctima estaba regalando las huayas que ambos vendían. Después del homicidio, Ignacio se entregó a las autoridades ministeriales.
En febrero de 2011, Orlando Rangel Sánchez Pool, de 24 años de edad y vecino de Umán, asesinó a su hermano Elías luego de una discusión.
Yucatán, uno de los estados más tranquilos del país, cuenta con altos índices de homicidios por razón de parentesco; es decir, una persona mata a otros integrantes de su familia.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos tres años en el Estado han ocurrido 143 homicidios calificados, de los que 60% (alrededor de 85) fueron perpetrados por integrantes de la propia familia.
De esta cifra, el 70% (59) de las víctimas son mujeres, 22 eran esposas, 10 amasias, 10 hermanos, cinco madres de sus victimarios, dos primos y en los otros casos no se especificó.
Las principales razones son por celos, infidelidad, viejas rencillas o deudas, según los datos de la Fiscalía General del Estado. Esto sin contar los homicidios culposos o imprudenciales, donde en tres años se han registrado 60 muertes en las que el victimario es un pariente cercano. La mayoría de estos casos sucedió durante una cacería.
En Mérida se han registrado alrededor del 55% de los homicidios calificados en razón de parentesco, en especial en el sur y poniente de la ciudad, revelan las estadísticas. En el interior del Estado el problema se concentra en la zona sur.
El homicidio más reciente ocurrió anteayer en el fraccionamiento Juan Pablo II. José Ángel Merino Bautista habría asesinado a su mamá y a su hermana.
Sobre este caso informamos ampliamente en notas aparte.
Casos previos
Otros crímenes parentales que sucedieron en Yucatán son los siguientes:
En septiembre pasado, Mario Jesús Rosado González, ebrio al momento del crimen, mató a cuchilladas a su hermano Jorge en un predio rentado de la calle 89 entre 56 y 58 del Centro.
También en septiembre, pero de 2014, Gaspar Catzín Pech, vecino de Mocochá y cegado por los celos, mató a su esposa, Wendy Guadalupe Pech Tzuc. El cuerpo fue descubierto por una hija del matrimonio.
Uno de las casos más sonados fue el de Roger Antonio Pool Cab, quien en octubre de 2013, en Acanceh, presuntamente mató a su hermano Víctor Manuel y luego a su mamá, Felipa Cab Tun. Arrojó ambos cadáveres a un pozo.
Después de su detención, dos meses más tarde, el Tribunal Primero de juicio oral con sede en Kanasín lo dejó en libertad el año pasado por falta de pruebas.
En otro hecho, en junio de 2013, Ignacio Ku Mugarte asesinó a machetazos a su hermano Mario, en Tzucacab. El crimen se dio porque la víctima estaba regalando las huayas que ambos vendían. Después del homicidio, Ignacio se entregó a las autoridades ministeriales.
En febrero de 2011, Orlando Rangel Sánchez Pool, de 24 años de edad y vecino de Umán, asesinó a su hermano Elías luego de una discusión.