Fraudes telefónicos cada vez más sofisticados

06 diciembre 2015
Noticias de Yucatán


“Te pago lo que pides, pero ¿me puedes entregar todo el local pintado?”, se oye en el teléfono celular. La voz proviene del número 9991390775 y el autor de la llamada se adjudica el nombre de un conocido empresario yucateco para tratar de ganar la confianza de su interlocutor, quien tiene un predio a la venta.

Aún más: el falso empresario ofrece pago inmediato en una sucursal bancaria y, una vez entregada la suma acordada, acudir junto con el vendedor al despacho de un notario para cerrar la operación. Una vez más, utiliza un nombre muy conocido, en este caso de un abogado.

Con esos datos y un número local, además de la afirmación del “comprador” de que ya vio la propiedad y está de acuerdo con el precio, todo parece ir bien. Entonces el defraudador dice que “mi mozo” va a pintar el inmueble, pero se encuentra en el interior del Estado. Le pide al vendedor que llame al supuesto empleado. “Gabriel Pech”, al 9999608827.

El “mozo” resulta ser un palero que avala lo dicho por su “jefe” e incluso dice que a éste no le gusta que le lleven “la contra”, como una manera de influir en el ánimo del dueño del predio.

Finalmente, el engaño empieza a asomar cuando el falso hombre de negocios pide al vendedor que deposite cierta cantidad de dinero en una tienda de conveniencia, en una cuenta supuestamente de “Gabriel Pech”, para que éste empiece “a trabajar”. Alega que él no puede depositar el dinero porque está “en una reunión con mis socios canadienses” y ofrece que devolverá esa suma al concretar la transacción, lo cual sería ese mismo día, en unas cuantas horas.

Si el dueño de la propiedad cae en el engaño, nunca más vuelve a saber del extorsionador.

Los datos mencionados son de un caso real de engaño telefónico que se ha repetido por lo menos dos veces, a juzgar por el modo de operación detallado en reportes a nuestra redacción.

Hasta donde se sabe, constituye una nueva modalidad de fraude telefónico que ya abarca el tema inmobiliario. No es común que se utilicen números locales en los casos de extorsión. Reporteros de este periódico llamaron a los ya señalados: el del “empresario” no contesta, aun cuando se le marque en repetidas ocasiones, y el del “mozo” remite al buzón.

El miércoles pasado solicitamos al nuevo vocero de la Fiscalía General del Estado, Baruch Velázquez Muñoz, estadísticas e información relacionada con los engaños telefónicos. Hasta anoche no habíamos obtenido respuesta a nuestras gestiones.

Semáforo Delictivo, un proyecto social de financiamiento privado que alimenta su plataforma con denuncias que se presentan ante el Ministerio Público de cada Estado y se reportan al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, ofrece estadísticas que ratifican la tendencia al alza de las extorsiones en Yucatán.

En el sitio digital de Semáforo Delictivo (www.semaforo.mx), ese delito es el único sobre el cual se muestra luz roja en la entidad. Los datos indican que hasta octubre de este año se habían remitido al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad 56 incidentes de extorsión en Yucatán.

En la misma plataforma se puede ver que en todo 2014 se registraron 57 incidentes de esa naturaleza. El mayor pico corresponde a 2013, cuando se reportaron 83. En 2012 fueron 37, y en 2011, 28.

Con los datos faltantes de noviembre y diciembre, este año se rebasarían los registros de 2014.

En el ámbito local se han manejado cifras diferentes. El 5 de agosto de 2013, la Fiscalía General afirmó que durante ese año ya se habían recibido cien denuncias por engaños telefónicos. En 2012 hubo 67 en total.

A fines del año pasado se dio a conocer que desde la creación de la Unidad de Análisis de Información e Inteligencia (UDAI) de la Secretaría de Seguridad Pública —en mayo de 2009— se habían reportado alrededor de 7,500 engaños telefónicos, de los cuales 600 derivaron en extorsión, con el pago global de las víctimas de 2.5 millones de pesos. En el 90% de los casos las llamadas provinieron de estados del centro y el norte del país.

Sólo en 2013, de acuerdo con esa información, se registraron 2,001 llamadas.

Las corporaciones de seguridad yucatecas reciben reportes de intentos de extorsión en los números de emergencia 060 y 066, así como 089 para denuncia anónima y 113 desde celulares de la compañía Telcel.

Hasta hace unos meses, las formas de engaño más frecuentes eran las del supuesto pariente detenido en el aeropuerto o en la frontera, el del falso accidente de tránsito con un familiar involucrado, la estafa con tarjeta de crédito, el engaño del sorteo con un premio cuantioso y el falso secuestro de un familiar,

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