Noticias de Yucatán
Edwin Canché, corresponsal del Diario, impugnó ayer la recomendación que emitió la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) sobre la agresión que él sufrió cuando realizaba su trabajo de reportero.
Su inconformidad es porque el ombudsman local no reconoce que en ese caso hubo tortura, a la cual fue sometido por policías y el alcalde de Seyé, Ermilo Dzul Huchim, en 2014.
El denunciante considera que la resolución emitida por la Codhey es tardía, omisa y limitada.
En el expediente del caso se observa que en su recomendación 20/2015, emitida casi dos años después de los hechos y dirigida al Ayuntamiento de Seyé, la Codhey acreditó violaciones a los derechos a las libertades de expresión y personal, así como a la integridad y seguridad personales.
Lo anterior lo calificó como uso indebido de la fuerza y lesiones. Además, acreditó violaciones al trato digno, la legalidad y seguridad jurídica por el ejercicio indebido de la función pública.
Los defensores del reportero señalaron que a pesar de contar con pruebas, como el testimonio de quien vio cómo al reportero lo golpeaban en el Palacio Municipal, la Codhey se negó a considerar esos hechos como tortura: los calificó como lesiones y uso indebido de la fuerza.
El 1 de enero de 2014, Edwin Canché fue víctima de detención arbitraria y de tortura a manos de cinco policías municipales (entre ellos el director de la corporación) y del propio alcalde de Seyé, por la cobertura que dio a un choque automovilístico que involucraba al sobrino del edil.
El periodista fue detenido y trasladado al Palacio Municipal sin causa legal que lo justificara, pues sólo realizaba su trabajo. En el interior de ese lugar fue torturado, provocándole lesiones en las costillas y una contusión en la cabeza. Incluso el alcalde advirtió: “Ya estoy hasta la m…, me tienen cansado de que estén criticando mi administración”.
Debido a esos hechos se inició el proceso penal correspondiente, el cual han acompañado Article 19 y el Equipo Indignación. Apenas en octubre pasado fue detenido el hoy ex alcalde Ermilo Dzul Huchim, pues se había librado de afrontar el proceso porque gozaba de fuero constitucional.
Los defensores del reportero consideran que la omisión citada encubre y complace a las autoridades que cometen tortura, a las autoridades responsables de erradicarla, y contribuye a naturalizar un crimen que agravia a la humanidad. Ahora la CNDH tendrá que revisar la actuación de la Codhey y ofrecer amplia protección a los derechos del periodista.
Edwin Canché, corresponsal del Diario, impugnó ayer la recomendación que emitió la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) sobre la agresión que él sufrió cuando realizaba su trabajo de reportero.
Su inconformidad es porque el ombudsman local no reconoce que en ese caso hubo tortura, a la cual fue sometido por policías y el alcalde de Seyé, Ermilo Dzul Huchim, en 2014.
El denunciante considera que la resolución emitida por la Codhey es tardía, omisa y limitada.
En el expediente del caso se observa que en su recomendación 20/2015, emitida casi dos años después de los hechos y dirigida al Ayuntamiento de Seyé, la Codhey acreditó violaciones a los derechos a las libertades de expresión y personal, así como a la integridad y seguridad personales.
Lo anterior lo calificó como uso indebido de la fuerza y lesiones. Además, acreditó violaciones al trato digno, la legalidad y seguridad jurídica por el ejercicio indebido de la función pública.
Los defensores del reportero señalaron que a pesar de contar con pruebas, como el testimonio de quien vio cómo al reportero lo golpeaban en el Palacio Municipal, la Codhey se negó a considerar esos hechos como tortura: los calificó como lesiones y uso indebido de la fuerza.
El 1 de enero de 2014, Edwin Canché fue víctima de detención arbitraria y de tortura a manos de cinco policías municipales (entre ellos el director de la corporación) y del propio alcalde de Seyé, por la cobertura que dio a un choque automovilístico que involucraba al sobrino del edil.
El periodista fue detenido y trasladado al Palacio Municipal sin causa legal que lo justificara, pues sólo realizaba su trabajo. En el interior de ese lugar fue torturado, provocándole lesiones en las costillas y una contusión en la cabeza. Incluso el alcalde advirtió: “Ya estoy hasta la m…, me tienen cansado de que estén criticando mi administración”.
Debido a esos hechos se inició el proceso penal correspondiente, el cual han acompañado Article 19 y el Equipo Indignación. Apenas en octubre pasado fue detenido el hoy ex alcalde Ermilo Dzul Huchim, pues se había librado de afrontar el proceso porque gozaba de fuero constitucional.
Los defensores del reportero consideran que la omisión citada encubre y complace a las autoridades que cometen tortura, a las autoridades responsables de erradicarla, y contribuye a naturalizar un crimen que agravia a la humanidad. Ahora la CNDH tendrá que revisar la actuación de la Codhey y ofrecer amplia protección a los derechos del periodista.
