Se quita la vida en la cárcel de Tixcacalcupul

07 enero 2016

 TIXCACALCUPUL.— La historia se repite en este municipio, pues por segunda vez en seis años otro detenido murió en la cárcel local.
Tras liarse a golpes contra sus hermanos y ser detenido por agentes de la Policía Municipal, Marcelino Puc Chan, de 30 años de edad, se ahorcó en una celda.
El síndico, José Carlos Batún Puc, informó que anteanoche martes Puc Chan se lió a golpes con sus hermanos Luis Alberto y Venancio.
Su madre, Ángela Chan Pat, pidió el apoyo de la Policía Municipal y los agentes detuvieron a Puc Chan.
Vecinos expresaron que Luis Alberto y Venancio son más violentos que Marcelino y, por ello, consideraron que ellos iniciaron la riña.
Además, señalaron, Marcelino se veía tranquilo y, cuando lo subieron a la patrulla, no se resistió.
Se informó que a las 9 de la noche Marcelino, desde la celda, pidió agua a un guardia y éste fue por ella a una oficina, a 40 metros de la celda, lo que aprovechó el detenido para amarrar sus calcetines en los barrotes de la celda y ahorcarse.
Al regresar, el guardia halló colgado a Puc Chan, así que abrió la celda, cortó los calcetines y pidió ayuda.
Otros policías fueron a buscar a un médico pero no encontraron a nadie.
Al tratar de reanimarlo vieron que había muerto, así que avisaron a la Fiscalía del Estado, cuyo personal arribó casi a la medianoche para levantar el cadáver.
En el Palacio Municipal se informó que tratan de responsabilizar a Ángela Chan porque permitió que llevaran al hijo “bueno” y no dejó que encarcelaran a los otros que son “violentos”.
También se informó que Marcelino padecía de depresión y en dos ocasiones había intentado suicidarse, colgándose con su hamaca.
Puc Chan era soltero y trabajaba como mesero en un restaurante de Valladolid. Apoyaba económicamente a su familia.
Según nuestros archivos, el 7 de diciembre de 2009 en la noche Gabino Couoh Chan, de 34 años, se ahorcó con su pantalón en una celda de esta misma cárcel, tras ser detenido a petición de su esposa porque ebrio intentó ahorcarse con una soga de lavado y lanzarse al pozo de su casa.— Juan Antonio Osorio Osorno
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