Los acusado son los yucatecos Graham Anguiano Interián, radicado en Cancún; su primo Einer Scott Interián, quien vive en la Ciudad de México, y el hidalguense Juri Raúl Santamaría Pérez, quienes durante la imputación recibieron prisión preventiva de ocho meses como medida cautelar.
Esta medida fue ratificada durante la vinculación y la juez que lleva el caso, Suemy Lizama Sánchez, otorgó un plazo de cuatro meses para el cierre de la investigación.
La audiencia se llevó con protocolos de seguridad que no se ven en otros casos.
Además, llama la atención que la juez tiene escolta permanente desde la diligencia de imputación.
También cuentan con esta protección la víctima y una testigo del secuestro.
Aunque parezca extraordinaria, esta medida está considerada dentro de los protocolos del nuevo sistema de justicia penal y se otorga para casos graves, como lo es el delito de privación ilegal de la libertad.
La juez, la víctima y la testigo contarán con esta vigilancia permanente durante el tiempo que dure el proceso, que se espera sea mínimo unos ocho meses.
Los fiscales solicitaron la vinculación con base en los hechos investigados que ocurrieron el 2 de marzo, cuando tres personas privaron de la libertad a la hoy víctima, siendo detenidos en el kilómetro 40 del periférico poniente.
La Fiscalía General del Estado estará a cargo de la protección de la juez, víctima y testigo.
Los hechos ocurrieron el pasado miércoles 2 de marzo cuando la víctima caminaba sobre la calle 42 con 113 de la colonia Santa Rosa hacia su domicilio, y fue interceptada por unos individuos que a empujones y golpes la subieron al asiento trasero del automóvil Malibú placas 684 VND del Distrito Federal y en el trayecto le dieron de golpes y patadas para someterlaEn un momento dado el vehículo se detuvo y los delincuentes también a empujones la pusieron en la cajuela para luego continuar circulando.
La mujer dijo que ya no supo por dónde andaban hasta que luego de escuchar ruidos de sirenas y gritos de mucha gente, abrieron la cajuela y vio que se trataban de policías y estaba en el Periférico, en la entrada a Ciudad Caucel.
Presuntamente el móvil del levantón fue para presionar al ex yerno de la víctima para saldar una deuda de millón y medio de pesos. No se descarta sin embargo que él esté involucrado también
