MÉRIDA, Yucatán.- Debido a que unos cables de energía eléctrica colgaban un poco, al pasar el tren se trabaron en éste pero por la fuerza con que los jaló, uno de los postes de concreto que los sostenía casi se vino abajo e, incluso, se partió a la mitad.
De acuerdo con lo que se averiguó en el lugar de los hechos, en la calle 90 por 59-J de la colonia Bojórquez, atrás del Hospital O’Horán, unos cables de luz no estaban lo suficientemente tensos, por lo que colgaban un poco, por eso mismo, cuando la tarde de ayer pasó el ferrocarril, se trabaron en éste y los jaló a tal grado que por poco se lleva al poste hasta la estación central.
Por fortuna, nadie pasaba por allí en ese instante y de milagro el poste no cayó sobre alguno de los tantos autos estacionados en la zona. Al rato arribaron trabajadores de la CFE para reparar los desperfectos.
Mientras, volcado sobre uno de sus costados terminó anteanoche un Peugeot 206 que iba al mando de un sujeto ebrio, que conducía sobre la calle 31 de Ciudad Caucel. Y es que a la altura de la calle 100, cuando el beodo intentó rebasar dos vehículos, 'pellizcó' una banqueta y tras perder el control del volante, volcó dentro del jardín de una casa.
Luis Eduardo Bojórquez Ortiz conducía aceleradamente y bajo los influjos del alcohol sobre la calle 31 de esa zona habitacional y al llegar al cruce con la 100 comenzó a rebasar autos 'como loco'. Por el estado etílico en el que conducía, su temeraria maniobra casi le cuesta la vida debido a que, en un momento dado, la llanta delantera derecha 'pellizcó' levemente la banqueta, lo que bastó para que perdiera el control del volante y quedara volcado justo en lo que viene siendo el pasillo de entrada del predio No. 227. En su loca carrera, casi se lleva a una familia que tomaba el fresco de la noche.
Tras lo sucedido, el ebrio descendió de su auto y a pesar de estar lesionado de su brazo izquierdo, comenzó a huir. Fue a unas tres cuadras que agentes de la SSP le dieron alcance y entregaron a paramédicos de una ambulancia, que llegó en su auxilio.
El individuo sufrió fractura del brazo.
Asimismo, un conductor que andaba 'entrado en alcoholes' al mando de su lujoso Lincoln MKZ, no pudo controlar sus reflejos y se fue a estrellar contra el muro de contención del paso a desnivel o Glorieta de la Paz, para luego huir corriendo, abandonando su coche.
De acuerdo con lo que se averiguó en el lugar de los hechos, en la calle 90 por 59-J de la colonia Bojórquez, atrás del Hospital O’Horán, unos cables de luz no estaban lo suficientemente tensos, por lo que colgaban un poco, por eso mismo, cuando la tarde de ayer pasó el ferrocarril, se trabaron en éste y los jaló a tal grado que por poco se lleva al poste hasta la estación central.
Por fortuna, nadie pasaba por allí en ese instante y de milagro el poste no cayó sobre alguno de los tantos autos estacionados en la zona. Al rato arribaron trabajadores de la CFE para reparar los desperfectos.
Mientras, volcado sobre uno de sus costados terminó anteanoche un Peugeot 206 que iba al mando de un sujeto ebrio, que conducía sobre la calle 31 de Ciudad Caucel. Y es que a la altura de la calle 100, cuando el beodo intentó rebasar dos vehículos, 'pellizcó' una banqueta y tras perder el control del volante, volcó dentro del jardín de una casa.
Luis Eduardo Bojórquez Ortiz conducía aceleradamente y bajo los influjos del alcohol sobre la calle 31 de esa zona habitacional y al llegar al cruce con la 100 comenzó a rebasar autos 'como loco'. Por el estado etílico en el que conducía, su temeraria maniobra casi le cuesta la vida debido a que, en un momento dado, la llanta delantera derecha 'pellizcó' levemente la banqueta, lo que bastó para que perdiera el control del volante y quedara volcado justo en lo que viene siendo el pasillo de entrada del predio No. 227. En su loca carrera, casi se lleva a una familia que tomaba el fresco de la noche.
Tras lo sucedido, el ebrio descendió de su auto y a pesar de estar lesionado de su brazo izquierdo, comenzó a huir. Fue a unas tres cuadras que agentes de la SSP le dieron alcance y entregaron a paramédicos de una ambulancia, que llegó en su auxilio.
El individuo sufrió fractura del brazo.
Asimismo, un conductor que andaba 'entrado en alcoholes' al mando de su lujoso Lincoln MKZ, no pudo controlar sus reflejos y se fue a estrellar contra el muro de contención del paso a desnivel o Glorieta de la Paz, para luego huir corriendo, abandonando su coche.