Noticias de Yucatán
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William Roberto Chan Cob, fallecido en la cárcel municipal de Temax, murió de una parasitosis, es decir, una invasión masiva de bacterias, de acuerdo con el resultado de la necropsia que se le practicó.
Sin embargo, los padres del joven de 25 años, mejor conocido como “Wilo”, insisten en que murió a causa de una paliza que le propinaron policías de esa localidad.
De ser así, literalmente, al joven los golpes le removieron las lombrices, que terminaron por “adueñarse” del cuerpo.
“Choque séptico secundario a perforación de intestino delgado consecuente a absceso hepático” definido todo en una “parasitosis”, es lo que reporta la Fiscalía General del Estado como causa de la muerte.
De acuerdo con la misma dependencia, el sábado 21 pasado la policía de Temax recibió un reporte del padre de Chan Cob en el cual indicó que su hijo realizaba disturbios, por lo que los oficiales acudieron al domicilio y detuvieron al joven para trasladarlo a la comandancia.
Al poco tiempo, al realizar una ronda de guardia, uno de los agentes se dio cuenta que el joven Chan Cob se encontraba tirado y parecía no respirar, por lo que dieron aviso a las autoridades de salud, que después de revisarlo indicaron que había fallecido.
Poco después llegaron elementos de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar las indagatorias y levantar el cadáver.
Tras practicarle la necropsia de ley, se determinó que la causa de muerte de la persona fue choque séptico secundario a parasitosis; también reveló una infección avanzada en el hígado y otros órganos.
El cuerpo no presentó signos de violencia física ni golpes de ningún tipo; el cadáver fue identificado por el padre del fallecido, quien lo reclamó y le fue entregado después de realizar las diligencias correspondientes.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), José Enrique Goff Ailloud, informó que se inició una queja de oficio para investigar estos hechos y determinar si la autoridad incurrió en alguna acción u omisión que pudiera causar la muerte del joven detenido.
Goff Ailloud hizo un llamado urgente a los alcaldes de los 106 municipios a atender las deficiencias en las cárceles municipales que, de manera reiterada, la Comisión ha señalado en sus informes.
Recordó que en repetidas ocasiones se han dado a conocer diversas deficiencias que imperan en las cárceles, como la falta dictámenes y atención médica oportuna, de supervisión permanente a las personas detenidas, lejanía de las celdas de las comandancias, de iluminación, ventilación, registro de ingresos y egresos, por mencionar algunas, así como la mala práctica de dejar desvestidos a los detenidos atentando así contra la dignidad humana.
William Roberto Chan Cob, fallecido en la cárcel municipal de Temax, murió de una parasitosis, es decir, una invasión masiva de bacterias, de acuerdo con el resultado de la necropsia que se le practicó.
Sin embargo, los padres del joven de 25 años, mejor conocido como “Wilo”, insisten en que murió a causa de una paliza que le propinaron policías de esa localidad.
De ser así, literalmente, al joven los golpes le removieron las lombrices, que terminaron por “adueñarse” del cuerpo.
“Choque séptico secundario a perforación de intestino delgado consecuente a absceso hepático” definido todo en una “parasitosis”, es lo que reporta la Fiscalía General del Estado como causa de la muerte.
De acuerdo con la misma dependencia, el sábado 21 pasado la policía de Temax recibió un reporte del padre de Chan Cob en el cual indicó que su hijo realizaba disturbios, por lo que los oficiales acudieron al domicilio y detuvieron al joven para trasladarlo a la comandancia.
Al poco tiempo, al realizar una ronda de guardia, uno de los agentes se dio cuenta que el joven Chan Cob se encontraba tirado y parecía no respirar, por lo que dieron aviso a las autoridades de salud, que después de revisarlo indicaron que había fallecido.
Poco después llegaron elementos de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar las indagatorias y levantar el cadáver.
Tras practicarle la necropsia de ley, se determinó que la causa de muerte de la persona fue choque séptico secundario a parasitosis; también reveló una infección avanzada en el hígado y otros órganos.
El cuerpo no presentó signos de violencia física ni golpes de ningún tipo; el cadáver fue identificado por el padre del fallecido, quien lo reclamó y le fue entregado después de realizar las diligencias correspondientes.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), José Enrique Goff Ailloud, informó que se inició una queja de oficio para investigar estos hechos y determinar si la autoridad incurrió en alguna acción u omisión que pudiera causar la muerte del joven detenido.
Goff Ailloud hizo un llamado urgente a los alcaldes de los 106 municipios a atender las deficiencias en las cárceles municipales que, de manera reiterada, la Comisión ha señalado en sus informes.
Recordó que en repetidas ocasiones se han dado a conocer diversas deficiencias que imperan en las cárceles, como la falta dictámenes y atención médica oportuna, de supervisión permanente a las personas detenidas, lejanía de las celdas de las comandancias, de iluminación, ventilación, registro de ingresos y egresos, por mencionar algunas, así como la mala práctica de dejar desvestidos a los detenidos atentando así contra la dignidad humana.