El inicio de un programa de reforestación del Ayuntamiento de Mérida en la primaria José Vasconcelos del Fracc. Vergel III, se convirtió en un autentico duelo de ofrecimientos entre el alcalde, Mauricio Vila Dosal y el secretario de Educación, Víctor Caballero Durán.
Desde el arribo de las autoridades, se observó la determinación con la que Caballero Durán observó el plantel educativo para darse cuenta de inmediato que es lo que se necesita para mejorar las instalaciones.
Al emitir su mensaje, opacó el evento del Ayuntamiento anunciando la construcción de un domo para que los alumnos puedan protegerse de los inclementes rayos del sol y de las lluvias durante sus actividades físicas y en la hora del recreo. Esto generó aplausos y una ligera molestia en el alcalde, Mauricio Vila, quien tuvo que pensar en una estrategia para competir contra ese anuncio que, para los maestros, alumnos y padres de familia fue como “música para sus oídos”.
Cuando tocó el turno del alcalde, fue muy evidente que recurrió a la improvisación y, para no quedarse atrás, ofreció al director de la escuela y a los alumnos camiones para que asistan al zoológico de El Centenario. Esto también fue motivo de aplausos y gritos de alegría de los niños.
Este fue sin duda un duelo del que sin duda más de uno se dio cuenta de las intensiones tanto del secretario de Educación al querer opacar al alcalde como de éste de no querer quedarse atrás .
Desde el arribo de las autoridades, se observó la determinación con la que Caballero Durán observó el plantel educativo para darse cuenta de inmediato que es lo que se necesita para mejorar las instalaciones.
Al emitir su mensaje, opacó el evento del Ayuntamiento anunciando la construcción de un domo para que los alumnos puedan protegerse de los inclementes rayos del sol y de las lluvias durante sus actividades físicas y en la hora del recreo. Esto generó aplausos y una ligera molestia en el alcalde, Mauricio Vila, quien tuvo que pensar en una estrategia para competir contra ese anuncio que, para los maestros, alumnos y padres de familia fue como “música para sus oídos”.
Cuando tocó el turno del alcalde, fue muy evidente que recurrió a la improvisación y, para no quedarse atrás, ofreció al director de la escuela y a los alumnos camiones para que asistan al zoológico de El Centenario. Esto también fue motivo de aplausos y gritos de alegría de los niños.
Este fue sin duda un duelo del que sin duda más de uno se dio cuenta de las intensiones tanto del secretario de Educación al querer opacar al alcalde como de éste de no querer quedarse atrás .