Un bebé de apenas diez meses de edad perdió la vida esta mañana, según datos recabados con personas cercanas a la familia.
La noche de ayer el pequeño fue llevado a un médico que le recetó unos medicamentos (no se supo que enfermedad padecía el pequeño) los cuales le fueron administrados y momentos después el bebé empezó a convulsionar, sin embargo se calmó y así pasó la noche hasta que la mañana de este jueves fue llevado de nuevo al médico pero no lo encontraron, y los padres del menor decidieron traerlo a Mérida para que lo revisara otro doctor.
En el autobús rumbo a Mérida el niño otra vez se sintió mal y una joven pasante de medicina se acercó a verlo y le dijo a los padres que el niño no aguantaría el viaje y que mejor se lo llevaran al hospital del vecino municipio de Acanceh.
Los padres bajaron del autobús pero no fueron a Acanceh, sino que regresaron a Seyé para llevarlo con otro doctor particular, en donde minutos más tarde llegaron pero sólo para que el médico confirmara el deceso del bebé.
A los padres se les complicó la situación pues el médico se negó a dar el certificado de defunción, ya que otro doctor les recetó los medicamentos, que al parecer, causaron el deceso, y los padres tuvieron que dar parte a las autoridades para que el servicio medico forense pudiera dar fe de la muerte del pequeño, lo que sucedió horas más tarde.
Se averiguó que se buscaría al médico que recetó el medicamento para deslindar responsabilidades y confirmar si el medicamento fue demasiado fuerte para el pequeño o le fue mal administrado. Megamedia.
La noche de ayer el pequeño fue llevado a un médico que le recetó unos medicamentos (no se supo que enfermedad padecía el pequeño) los cuales le fueron administrados y momentos después el bebé empezó a convulsionar, sin embargo se calmó y así pasó la noche hasta que la mañana de este jueves fue llevado de nuevo al médico pero no lo encontraron, y los padres del menor decidieron traerlo a Mérida para que lo revisara otro doctor.
En el autobús rumbo a Mérida el niño otra vez se sintió mal y una joven pasante de medicina se acercó a verlo y le dijo a los padres que el niño no aguantaría el viaje y que mejor se lo llevaran al hospital del vecino municipio de Acanceh.
Los padres bajaron del autobús pero no fueron a Acanceh, sino que regresaron a Seyé para llevarlo con otro doctor particular, en donde minutos más tarde llegaron pero sólo para que el médico confirmara el deceso del bebé.
A los padres se les complicó la situación pues el médico se negó a dar el certificado de defunción, ya que otro doctor les recetó los medicamentos, que al parecer, causaron el deceso, y los padres tuvieron que dar parte a las autoridades para que el servicio medico forense pudiera dar fe de la muerte del pequeño, lo que sucedió horas más tarde.
Se averiguó que se buscaría al médico que recetó el medicamento para deslindar responsabilidades y confirmar si el medicamento fue demasiado fuerte para el pequeño o le fue mal administrado. Megamedia.