Extranjeros cuentan qué es lo que más les ha sorprendido de la comida mexicana

08 abril 2017
La comida es la reina madre de todos los placeres del mundo y el amor por ella es pleno. Si googleas “comida mexicana”, la gran mayoría de las fotos son tacos, claro está. Aún así, México tiene costumbres culinarias bastante peculiares y en mi caso, como inmigrante, lo que más me impresionó es que que cada vez que quería almorzar un simple arroz con una pechuga de pollo o carne, siempre, pero siempre, el mesero venía y me ponía como acompañante unas tortillas.
¿Por qué me ponen tortillas si ya tengo el arroz para acompañar a mi proteína? ¿Acaso tengo que mezclar el arroz con el pollo, dentro de las tortillas y comérmelo? Siempre me pregunto esto al sentarme en cualquier restaurante.
Otra cosa que no me entra en la cabeza son las famosas “aguas del día”. Según me explicaron, las “aguas del día” son 40 por ciento jugo de fruta más agua natural. Yo simplemente no las entiendo, no comprendo por qué existen. Si yo quiero un jugo de naranja, voy y compro un jugo de naranja o busco las naranjas y las exprimo, ¿para qué voy a querer naranja con agua? Ese no es el sabor del jugo, no entiendo el beneficio de dañar el sabor de cualquier jugo de fruta mezclándolo con agua.
También sé que no soy el único ni seré el último extranjero que se enchilará, que no entenderá por qué en cada plato de comida —de cualquier estilo— lo acompañan con tres o cuatro tipos de salsas picantes, ni cómo tienen el súper poder de hacer un taco de cualquier cosa. Cuando digo cualquier cosa, es literalmente cualquier cosa: desde un taco de salsa o un taco de aguacate, hasta un taco de chorizo con camarón.
Platicamos con algunos extranjeros que viven en la Ciudad de México para saber qué es lo que más les ha impactado de la comida mexicana.
MANGO CON CHILE
Primero que nada, en Venezuela, mi país, se podría decir que no hay temporada de mangos, porque afortunadamente todo el año las calles están llenas de árboles de mangos maduros o verdes. Me encanta el mango, es una de mis frutas favoritas y yo estoy acostumbrado a comerlo con “viagra”, que es una salsa que se hace con adobo, salsa inglesa, pimienta y sal.
Aquí en México hay vendedores de mangos en cada esquina y, obviamente tenía que probarlos, ya que me trasladan a mi infancia. Cuando el vendedor me entrega el vaso con el mango cortado en pedazos, vi que estaba lleno de una salsa roja de la cual no tenía la más mínima idea de qué era, ni si iba a saber bien. Se lo devolví porque no tenía buen olor esa combinación, luego me dijo que era chile, que lo probara y que si no me gustaba, me lo cambiaba por uno sin chile.
Lo probé y quizás fue una de las mejores decisiones gastronómicas que he tomado. La combinación de sabores te hace pensar que literalmente estás comiendo colores, no sé explicar la sensación de alguna otra manera que no sea ésta. Ahora vivo comiendo esto por las tardes, estoy obsesionado.
Fuente: ViceMedia
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