Noticias de Yucatán
Apenas habían corrido 14 segundos cuando Paide Linnameeskond anotó un gol en su propio tanto sin que su rival, el Levadia, tocara la pelota, durante el partido que ambos equipos disputaron en los dieciseisavos de final de la Copa de Estonia.
El árbitro silbó y los jugadores del Paide retrocedieron el balón hasta su propio campo ante la presión del rival. De pronto, un defensa, Martín Kase, tocó la pelota con excesiva fuerza hacia su portero, quien no pudo evitar que el esférico se introdujera en su arco.
La sorpresa fue mayúscula para los 22 jugadores, sin tocar la pelota, Levadia iba ganado el juego 1 a 0.
El partido terminó con victoria para Levadia por 3 a 1, con lo cual, colocaron medio pie en la ronda de octavos de final de la Copa de Estonia.