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El papa Francisco conversó hoy con jóvenes de México, Argentina, Paraguay y Puerto Rico de drogas, inmigración, el cuidado del medioambiente o la problemática del suicidio en un acto organizado por la iniciativa "Scholas Ocurrentes".
El papa Francisco celebró un encuentro con jóvenes de diversas edades, algunos presentes en la sede en Roma de este proyecto creado por el papa cuando era arzobispo de Buenos Aires para llevar la enseñanza a las zonas más desfavorecidas y otros que se conectaron por videoconferencia desde sus países.
Así, habló con un grupo de niños de México, entre los que estaban Joaquín, de 8 años, y Teresa, de 10, que se vieron afectados por los terremotos que golpearon el sur y centro de México los días 7 y 19 de septiembre pasado y que causaron la muerte de 471 personas.
También conversó con un grupo de niños puertorriqueños tras el caos dejado en el país el huracán María hace más de un mes y Ariadna, de 5 años, le arrancó una sonrisa cuando le preguntó cuándo visitará el país, a lo que Francisco respondió: "No sé cuándo iré", pero matizó " algún día iré, quiero conocerlo".
El papa aprovechó la ocasión para animar a los latinoamericanos afincados en Texas (Estados Unidos), afectados recientemente por la tormenta tropical Harvey, y a ellos les explicó la importancia de cuidar el medioambiente para ayudar a que haya menos catástrofes.
En otro momento del acto, habló con un grupo de mujeres que cumplen condena en una cárcel de México y a ellas les dijo que "miren siempre adelante".
Un mensaje muy repetido por Francisco a lo largo del encuentro que duró unas dos horas y que también contó con la presencia en Roma de Nahuel y Sandra, ambos de San Antonio de los Cobres, en Argentina.
Ambos denunciaron la problemática del suicidio y hablaron al papa de un puente que pintaron para llenarlo de vida después de que muchos jóvenes lo utilizaran para quitarse la vida, de la mano de un programa impulsado por Scholas en 2016.
"Para cambiar el mundo basta muy poca cosa siempre que esta esté guiada por el corazón", les dijo el papa.
Otros jóvenes del barrio Villa 31 en Buenos Aires condenaron ante el papa la violencia y las guerras con un rap que le cantaron y el pontífice por su parte les habló del problema de las drogas.
"No se dejen engañar, la droga no les soluciona nada, son vidrios de colores que a ustedes les hacen creer que son piedras preciosas. No se dejen engañar", les aconsejó.
Y a un grupo de jóvenes de Paraguay les escuchó su relato sobre las actividades que están llevando a cabo en las escuelas del país de la mano de Scholas para impulsar la cultura de encuentro.
En el acto en Roma también estuvieron presentes un grupo de alumnos procedentes de Madrid y Tarragona, en España, que han participado en actividades de Scholas, y también el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.
Scholas Occurrentes, es una organización Internacional de Derecho Pontificio (erigida por el Vaticano) presente en 190 países y que a través de su red integra a más de 446.000 escuelas y redes educativas.
Su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas que promueven la educación desde la cultura del encuentro.