Se ahoga, primero de borracho y después… en un cenote

26 octubre 2017
Noticias de Yucatán 
El joven Filiberto Canché Balam, de 32 años, fue hallado muerto en un cenote de un poblado de Valladolid al que llegó a pasar un buen rato a la fiesta tradicional del lugar.

Todo indica que murió ahogado, al caer accidentalmente al cenote en completo estado de ebriedad, aunque se investiga a su amigo de infancia, pues fue la última persona que lo vio con vida.

Murió soltero, en Yalcon, municipio de Valladolid; era empleado del Grupo Merza (Mercados de Zamora) y oriundo de Ticuch, también comisaría de ese municipio del oriente.

Su cuerpo fue hallado ayer miércoles, aunque estaba reportado como desaparecido desde el domingo.

De acuerdo a los datos recabados en el lugar de los hechos, el joven salió desde el sábado a tomar las cervezas con su único e inseparable amigo Javier Itzá Balam, con quien se conoce desde la primaria.

Juntos fueron al baile de las fiestas tradicionales de Yalcón, donde continuaron tomando.

Tomaban cerca de la cancha donde se realizaba el baile y también cerca del cenote; a eso de la 1 de la mañana del domingo 22, Filiberto le dijo a su amigo que iría a comprar y se fue.

Sin embargo, ya no volvió y ya entrada la madrugada, Javier se regresó a Ticuch, pensando que su amigo lo abandonó.

Ese mismo domingo, Itzá Balam se extrañó porque su amigo no llegó a trabajar y horas después recibió la visita de la madre del joven, Liberata Balam Mazún, quien le preguntó por su hijo Filiberto, ya que no aparecía.

Le dijo todo lo que sabía, por lo que ella acudió ante Hipólito Tec Pool, comisario de Ticuch, y denunció la desaparición de su hijo.

Se formaron varias brigadas con vecinos para comenzar a buscarlo, pero no dieron con él pese a que recorrieron brechas y montes, incluso bajaron al cenote, sin que existieran indicios de que se hubiera ahogado.

El comisario Hipólito Tec regresó ayer a Yalcón y de nuevo acudió al cenote. Al acechar desde la bóveda, descubrió el cuerpo flotando, que apareció luego de tres días de estar en el agua.

Bomberos rescataron el cuerpo, que ya estaba podrido y con los ojos comidos al parecer por los peces, aunque la tarea no fue fácil porque debido a que en las paredes del cenote había panales de abejas.

El cenote de Yalcón está delimitado por unos muros bajos, aunque no los hay en todas las zonas, de modo que es latente el peligro de caer al abismo, como se cree sucedió en este caso.

Las autoridades interrogaron al amigo del fallecido para descartar que no haya tenido que ver en la muerte.
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