Noticias de Yucatán
Anoche, en Motul, un partido de básquetbol terminó mal, cuando Eduardo Yam, inconforme con una decisión del árbitro, golpeó a éste en el rostro causándole una herida.
Anoche, en Motul, un partido de básquetbol terminó mal, cuando Eduardo Yam, inconforme con una decisión del árbitro, golpeó a éste en el rostro causándole una herida.
Quizás las cosas no hubieran pasado más, pero resulta que
el árbitro, Javier Loría Robleda, es ni más ni menos que el subdirector jurídico
del Ayuntamiento de Motul, y por ello, en unos cuantos minutos, la cancha
deportiva recibió a numerosos agentes municipales.
Cuando los uniformados llegaron, Loría ordenó: deténganlo,
lo que ocasionó la molestia de familiares y vecinos.
La esposa del presunto agresor exigió al funcionario que
le mostrara sus graves lesiones, pero éste se retiró en silencio.
Los policías intentaron hacer la detención, pero ante la
presión de la gente, no lo lograron.
Finalmente, el acusado optó por ir por su propio hasta la
comandancia, en donde, según se nos informa, llegó a un arreglo económico con
su contraparte mediante el pago de $1,000.
Preguntamos ¿quién actuó mal? ¿La policía no detener al
agresor o el funcionario que abusó de su influencia como tal?