Noticias de Yucatán
El año pasado no fue bueno para los
consumidores mexicanos. El repunte de la inflación, la corrupción y la
inseguridad deterioraron su percepción sobre la economía personal y la del
país.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional
sobre la Confianza del Consumidor, el índice que elaboran en conjunto Inegi y
Banco de México promedió 84.54 unidades en 2017, cifra 4.1% inferior a la
registrada el año anterior. Se trata del nivel más bajo para la confianza del
consumidor desde 2009, cuando reportó 80.49 puntos por la crisis financiera
mundial.
El economista senior de Banorte-Ixe Alejandro Cervantes
anticipó una trayectoria descendente de este indicador en los próximos meses
explicada por el incremento que registrarán los precios de varios bienes como
la tortilla y la gasolina.
Debido a la incertidumbre por la renegociación del Tlcan,
el tipo de cambio será otro factor que impactará al indicador, debido a la
volatilidad que se va a generar en estos primeros meses del año, añadió.
El “gasolinazo”
En 2017 la confianza de los consumidores se vio afectada
por varios factores, entre los que destaca el “gasolinazo” de principios del
año.
En enero del año pasado, el precio de la gasolina Magna
se incrementó 14.4% respecto de diciembre de 2016, mientras que la Premium se
disparó 16.5%, lo que impulsó a la inflación a terminar en 6.77% en 2017, la
cifra más alta en 17 años.
Otro factor que impulsó el pesimismo de los consumidores
el año pasado fue la volatilidad del tipo de cambio, especialmente durante el
último cuatrimestre, cuando pasó de 18.08 pesos en agosto a 19.47 pesos
promedio en diciembre, llegando a superar a finales de mes los 20 pesos a la
venta en ventanillas bancarias.
Factor adicional
La depreciación acumulada del peso frente al dólar de los
últimos años fue un factor adicional de presión sobre el nivel general de
precios, lo que pesó sobre el ánimo de las familias, esto a pesar de que el
empleo formal reportó un favorable comportamiento a lo largo del año pasado,
alcanzando cifras récord.
Desánimo macro. Los cinco componentes que integran el
índice de confianza del consumidor reportaron un retroceso promedio anual en
2017 respecto de 2016; sin embargo, destaca el desplome de las percepciones
acerca de la situación económica del país, hoy día comparada con la que
prevaleció hace 12 meses y las expectativas dentro de un año respecto de la
situación actual, las cuales reportaron caídas de 8.5% y 6.4% respectivamente,
para ubicarse en los niveles más bajos de los que se tenga registro desde 2001
cuando inició la serie.
Este deterioro de la situación actual y futura del país
está relacionada con la mayor percepción de inseguridad que viven los hogares.
Durante septiembre del año pasado 76% de la población adulta urbana consideró
que vivir en su ciudad es inseguro, el nivel más alto desde 2013, cuando empezó
su registro. Por otra parte, 50.9% de las personas de 18 años y más consideran
que la corrupción es el segundo mayor problema que enfrentan sus entidades
federativas, sólo debajo de la inseguridad y la delincuencia. Aunado a lo
anterior, 88.8% de la población consideró que la corrupción es una práctica que
ocurre de manera frecuente o muy frecuentemente entre servidores públicos o
empleados del gobierno, quienes son percibidos de abusar de sus funciones para
obtener beneficios personales, de acuerdo con datos del propio Inegi.
Por lo que se refiere a la opinión sobre la situación
económica de los integrantes del hogar en el momento actual, frente a la que
tenían hace 12 meses, retrocedió 1.5% promedio el año pasado respecto al
promedio de 2016, mientras que el rubro que evalúa la expectativa sobre la
situación económica de los miembros del hogar dentro de 12 meses respecto de la
que registran en el momento actual disminuyó 0.7% a tasa mensual. Finalmente,
el componente relativo a la opinión sobre las posibilidades en el momento
actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un
año, para efectuar compras de bienes durables, tales como muebles, televisor,
lavadora y otros aparatos electrodomésticos, se ubicó 81.62 unidades en
promedio durante 2017, cifra 4.1% inferior a la registrada en 2016, para
ubicarse en el nivel más bajo de los últimos tres años. (El Universal).