Noticias de Yucatán
Un turista estonio, de 30 años, escaló una montaña de 2.400 metros de altura en los Alpes italianos sin darse cuenta, mientras buscaba el camino a su hotel. El hombre, identificado solo como Pavel, regresaba ebrio de una noche de fiesta, sobre las 2 o 3 de la madrugada, informa el medio local La Stampa.
El hecho es que Pavel perdió totalmente la orientación, posiblemente también el sentido del tiempo, y sus pies lo llevaron en una dirección errónea. Es difícil reconstruir el rumbo que siguió, dice el medio. Al no poder encontrar su hotel, el joven simplemente siguió avanzando y llegó hasta la estación de esquí de Cervinia, en el Valle de Aosta (Italia), donde "reconoció el contorno de un chalet". Pavel entró, se tumbó en un sofá y se quedó dormido hasta la mañana siguiente, cuando lo encontraron empleados del bar, que es lo que en realidad era ese chalet.
En estado de embriaguez, el estonio posiblemente pensó que aquello era su hotel. Sospechan que Pavel trató de forzar la cerradura con su llave, según se desprende del mal estado en que esta se encontraba. Además, los empleados tropezaron con dos botellas de agua que estaban en el suelo, al lado del lugar donde dormía el 'aventurero'.
Informan que el hombre no llevaba ni ropa ni zapatos apropiados para aquellas bajas temperaturas. Ahora el estonio tendrá que pagar una multa por todo el servicio de emergencias que se puso en marcha por la noche para buscarlo: bomberos con perros y hasta el apoyo de aviones no tripulados.
Un turista estonio, de 30 años, escaló una montaña de 2.400 metros de altura en los Alpes italianos sin darse cuenta, mientras buscaba el camino a su hotel. El hombre, identificado solo como Pavel, regresaba ebrio de una noche de fiesta, sobre las 2 o 3 de la madrugada, informa el medio local La Stampa.
El hecho es que Pavel perdió totalmente la orientación, posiblemente también el sentido del tiempo, y sus pies lo llevaron en una dirección errónea. Es difícil reconstruir el rumbo que siguió, dice el medio. Al no poder encontrar su hotel, el joven simplemente siguió avanzando y llegó hasta la estación de esquí de Cervinia, en el Valle de Aosta (Italia), donde "reconoció el contorno de un chalet". Pavel entró, se tumbó en un sofá y se quedó dormido hasta la mañana siguiente, cuando lo encontraron empleados del bar, que es lo que en realidad era ese chalet.
En estado de embriaguez, el estonio posiblemente pensó que aquello era su hotel. Sospechan que Pavel trató de forzar la cerradura con su llave, según se desprende del mal estado en que esta se encontraba. Además, los empleados tropezaron con dos botellas de agua que estaban en el suelo, al lado del lugar donde dormía el 'aventurero'.
Informan que el hombre no llevaba ni ropa ni zapatos apropiados para aquellas bajas temperaturas. Ahora el estonio tendrá que pagar una multa por todo el servicio de emergencias que se puso en marcha por la noche para buscarlo: bomberos con perros y hasta el apoyo de aviones no tripulados.