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A un año de que la activista Miriam Rodríguez Martínez, enfocada en la búsqueda de personas desaparecidas, fue asesinada a balazos, su hija Azalea Salinas Rodríguez afirma que el dolor en su familia sigue a flor de piel: “Nos hace mucha falta a nosotros, como hijos”.
Con su hermano Luis Héctor y el padre de ambos, Luis Héctor Salinas Castillo, asistieron a la colocación de ofrendas florales en la plaza principal de esta localidad, donde se encuentra una placa en memoria de la activista.
Miriam Elizabeth fue asesinada la noche del 10 de mayo afuera de su domicilio, en el municipio de San Fernando. Fundó el Colectivo a raíz de que inició la búsqueda de su hija Karen, quien fue secuestrada y asesinada. Sus investigaciones y la presión que ejerció para la localización de su hija, y posteriormente para desenmascarar a sus asesinos, le costaron la vida.
En ese sentido, Azalea Salinas señala que se trata de un día lleno de sentimientos encontrados para su familia: “or una parte orgullosos del trabajo realizado por mi madre, pero a la vez completamente dolidos, nos hace mucha falta a nosotros como hijos, como familia, igual a muchas personas a quienes ella apoyaba”.
Relata que, a un mes del secuestro de su hermana su mamá se levantó y le dijo: “Lo que me reste de vida me voy a dedicar a ayudar a todas aquellas madres que han perdido un hijo al igual que yo, y desde aquel día hasta el 10 de mayo (de 2017), ella estaba ayudando a una persona”.
Su hijo Luis Héctor, quien ahora coordina el colectivo, narra la última conversación con su madre. “Yo estaba viviendo en Ciudad Victoria, le hablé por teléfono el 10 de mayo para desearle un buen día, platicamos de mi hermana, de mi papá, que la pasara bien, fue mi última llamada por teléfono. Fue la última vez que la escuché”.
El acalde, José Ríos Silva, reconoció el intenso trabajo que realizó la activista, a quien calificó como una guerrera incansable, “una persona con mucho valor, a quienes vamos a seguir recordando”.
Por su parte, el ex esposo de Rodríguez Martínez, Luis Salinas Castillo, aprueba el trabajo de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas debido a que hay detenidos por el crimen, uno de los principales autores del homicidio fue abatido.
A un año de que la activista Miriam Rodríguez Martínez, enfocada en la búsqueda de personas desaparecidas, fue asesinada a balazos, su hija Azalea Salinas Rodríguez afirma que el dolor en su familia sigue a flor de piel: “Nos hace mucha falta a nosotros, como hijos”.
Con su hermano Luis Héctor y el padre de ambos, Luis Héctor Salinas Castillo, asistieron a la colocación de ofrendas florales en la plaza principal de esta localidad, donde se encuentra una placa en memoria de la activista.
Miriam Elizabeth fue asesinada la noche del 10 de mayo afuera de su domicilio, en el municipio de San Fernando. Fundó el Colectivo a raíz de que inició la búsqueda de su hija Karen, quien fue secuestrada y asesinada. Sus investigaciones y la presión que ejerció para la localización de su hija, y posteriormente para desenmascarar a sus asesinos, le costaron la vida.
En ese sentido, Azalea Salinas señala que se trata de un día lleno de sentimientos encontrados para su familia: “or una parte orgullosos del trabajo realizado por mi madre, pero a la vez completamente dolidos, nos hace mucha falta a nosotros como hijos, como familia, igual a muchas personas a quienes ella apoyaba”.
Relata que, a un mes del secuestro de su hermana su mamá se levantó y le dijo: “Lo que me reste de vida me voy a dedicar a ayudar a todas aquellas madres que han perdido un hijo al igual que yo, y desde aquel día hasta el 10 de mayo (de 2017), ella estaba ayudando a una persona”.
Su hijo Luis Héctor, quien ahora coordina el colectivo, narra la última conversación con su madre. “Yo estaba viviendo en Ciudad Victoria, le hablé por teléfono el 10 de mayo para desearle un buen día, platicamos de mi hermana, de mi papá, que la pasara bien, fue mi última llamada por teléfono. Fue la última vez que la escuché”.
El acalde, José Ríos Silva, reconoció el intenso trabajo que realizó la activista, a quien calificó como una guerrera incansable, “una persona con mucho valor, a quienes vamos a seguir recordando”.
Por su parte, el ex esposo de Rodríguez Martínez, Luis Salinas Castillo, aprueba el trabajo de la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas debido a que hay detenidos por el crimen, uno de los principales autores del homicidio fue abatido.
Fuente: El universal