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El gato que aparece en el video se llama Mostik ("puentecito", en ruso). Se convirtió en la mascota de los trabajadores durante la construcción del puente que une la región rusa de Krasnodar con la península de Crimea. Por eso tuvo el privilegio de cruzar todo el tramo antes de que lo hiciera el mismo presidente del país.
Poco después llegó Vladímir Putin, para felicitar a los constructores por haber acabado la obra antes de lo previsto. En tan solo 27 meses, a pesar de las difíciles condiciones climáticas.
"Les felicito. Esta primera parte es, posiblemente, la más importante. No dudo de que todo saldrá bien en otoño con la construcción del tramo para los vehículos de carga, y dentro de un año para el del ferrocarril. Todo tiene una alta calidad y medio año antes del plazo fijado. Les doy las gracias", afirmó el líder ruso durante la ceremonia de apertura de la parte automovilística del puente de Crimea.
Al volante de un camión Kamaz
Putin se subió a uno de los camiones de la empresa rusa Kamaz y lo condujo durante todo el trayecto charlando con los obreros. El puente de Crimea es el más extenso de Rusia y de toda Europa. 19 kilómetros con 4 carriles, 2 en cada dirección, en los que se podrá alcanzar una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora. En algunos puntos, la altura de los pilares llega a equivaler a un edificio de 35 plantas.
La construcción sigue adelante
La capacidad del puente es de 40.000 automóviles diarios, que podrán cruzar el estrecho de Kerch en tan solo 15 minutos. Un avance importante para la economía de la región que, sin embargo, llegó a generar reacciones en contra. EE.UU. criticó la obra, mientras que un periodista estadounidense propuso a Ucrania en el periódico Washington Examiner hacer explotar el puente. Lo llegó a calificar de una "urgencia moral" de Kiev.
Moscú ya ha abierto una causa penal al respecto y recordó que no debe pedir permisos a la comunidad internacional para levantar una infraestructura en su propio territorio. De hecho, la construcción sigue adelante. Ahora queda por construir un puente paralelo para los trenes. Su apertura está prevista para finales del 2019, pero dados los antecedentes, podría concluirse mucho antes.
El gato que aparece en el video se llama Mostik ("puentecito", en ruso). Se convirtió en la mascota de los trabajadores durante la construcción del puente que une la región rusa de Krasnodar con la península de Crimea. Por eso tuvo el privilegio de cruzar todo el tramo antes de que lo hiciera el mismo presidente del país.
Poco después llegó Vladímir Putin, para felicitar a los constructores por haber acabado la obra antes de lo previsto. En tan solo 27 meses, a pesar de las difíciles condiciones climáticas.
"Les felicito. Esta primera parte es, posiblemente, la más importante. No dudo de que todo saldrá bien en otoño con la construcción del tramo para los vehículos de carga, y dentro de un año para el del ferrocarril. Todo tiene una alta calidad y medio año antes del plazo fijado. Les doy las gracias", afirmó el líder ruso durante la ceremonia de apertura de la parte automovilística del puente de Crimea.
Al volante de un camión Kamaz
Putin se subió a uno de los camiones de la empresa rusa Kamaz y lo condujo durante todo el trayecto charlando con los obreros. El puente de Crimea es el más extenso de Rusia y de toda Europa. 19 kilómetros con 4 carriles, 2 en cada dirección, en los que se podrá alcanzar una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora. En algunos puntos, la altura de los pilares llega a equivaler a un edificio de 35 plantas.
La construcción sigue adelante
La capacidad del puente es de 40.000 automóviles diarios, que podrán cruzar el estrecho de Kerch en tan solo 15 minutos. Un avance importante para la economía de la región que, sin embargo, llegó a generar reacciones en contra. EE.UU. criticó la obra, mientras que un periodista estadounidense propuso a Ucrania en el periódico Washington Examiner hacer explotar el puente. Lo llegó a calificar de una "urgencia moral" de Kiev.
Moscú ya ha abierto una causa penal al respecto y recordó que no debe pedir permisos a la comunidad internacional para levantar una infraestructura en su propio territorio. De hecho, la construcción sigue adelante. Ahora queda por construir un puente paralelo para los trenes. Su apertura está prevista para finales del 2019, pero dados los antecedentes, podría concluirse mucho antes.
