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Por: Xinhua
Un grupo de médicos mexicanos emplean alta tecnología para detectar, de forma oportuna, factores de riesgo de daño cerebral, así como trastornos de aprendizaje y lenguaje en los niños, informó hoy el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México.
Se trata de técnicas cualitativas y cuantitativas de resonancia magnética de encéfalo, como son la tractografía, resonancia volumétrica y funcional, informó el Conacyt en un comunicado.
"El empleo de estas técnicas tiene como objetivo el estudio de los diversos patrones neuropatológicos, caracterización y distribución topográfica de la lesión cerebral, que afectan a los neonatos y lactantes con factores de riesgo para daño cerebral", detalló el Conacyt.
El doctor Manuel Hinojosa Rodríguez trabaja en este protocolo de investigación nuevo en México, el cual busca evitar, en la medida de lo posible, las secuelas del año cerebral perinatal en todo el país.
Cuando un bebé tiene daño cerebral, la lesión puede expresarse entre los seis y 18 meses de edad a través de datos clínicos que nos orientan hacia una posible patología, dijo.
No obstante, comentó Rodríguez, el diagnóstico del daño cerebral se establece cuando la discapacidad motora es evidente y esto ocurre hasta el año y medio o dos años de edad, con un periodo de ventana enorme.
"Por ello, es muy importante detectar oportunamente a estos bebés que potencialmente pueden desarrollar algún tipo de discapacidad motora o parálisis cerebral infantil, que es el peor de los escenarios", dijo.
Asimismo, explicó que mediante la resonancia magnética de encéfalo se estudia el tipo y grado de la lesión, y con técnicas de resonancia magnética cuantitativa, los parámetros de difusión, tractografía y resonancia volumétrica, se estudia con gran precisión las anormalidades de la sustancia blanca y gris del cerebro.
"Esto permite detectar las estructuras y conexiones afectadas para posteriormente determinar las funciones que potencialmente pueden verse alteradas, ya sean motoras o cognitivas. Se recomienda realizar este abordaje en las primeras semanas o meses de vida", dijo.
Con base en resultados del estudio, agregó el médico, se pude saber el tipo de daño cerebral perinatal, así como la topografía de la lesión, la cual determina las secuelas motoras que tendrá el paciente, no solo a corto sino a largo plazo.
Por: Xinhua
Un grupo de médicos mexicanos emplean alta tecnología para detectar, de forma oportuna, factores de riesgo de daño cerebral, así como trastornos de aprendizaje y lenguaje en los niños, informó hoy el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México.
Se trata de técnicas cualitativas y cuantitativas de resonancia magnética de encéfalo, como son la tractografía, resonancia volumétrica y funcional, informó el Conacyt en un comunicado.
"El empleo de estas técnicas tiene como objetivo el estudio de los diversos patrones neuropatológicos, caracterización y distribución topográfica de la lesión cerebral, que afectan a los neonatos y lactantes con factores de riesgo para daño cerebral", detalló el Conacyt.
El doctor Manuel Hinojosa Rodríguez trabaja en este protocolo de investigación nuevo en México, el cual busca evitar, en la medida de lo posible, las secuelas del año cerebral perinatal en todo el país.
Cuando un bebé tiene daño cerebral, la lesión puede expresarse entre los seis y 18 meses de edad a través de datos clínicos que nos orientan hacia una posible patología, dijo.
No obstante, comentó Rodríguez, el diagnóstico del daño cerebral se establece cuando la discapacidad motora es evidente y esto ocurre hasta el año y medio o dos años de edad, con un periodo de ventana enorme.
"Por ello, es muy importante detectar oportunamente a estos bebés que potencialmente pueden desarrollar algún tipo de discapacidad motora o parálisis cerebral infantil, que es el peor de los escenarios", dijo.
Asimismo, explicó que mediante la resonancia magnética de encéfalo se estudia el tipo y grado de la lesión, y con técnicas de resonancia magnética cuantitativa, los parámetros de difusión, tractografía y resonancia volumétrica, se estudia con gran precisión las anormalidades de la sustancia blanca y gris del cerebro.
"Esto permite detectar las estructuras y conexiones afectadas para posteriormente determinar las funciones que potencialmente pueden verse alteradas, ya sean motoras o cognitivas. Se recomienda realizar este abordaje en las primeras semanas o meses de vida", dijo.
Con base en resultados del estudio, agregó el médico, se pude saber el tipo de daño cerebral perinatal, así como la topografía de la lesión, la cual determina las secuelas motoras que tendrá el paciente, no solo a corto sino a largo plazo.