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El misterio que se esconde detrás del molesto ruido del goteo de un grifo acaba de ser disipado por un grupo de investigadores, que proponen un remedio simple para solucionarlo: el lavavajillas líquido.
No es la gota de agua en sí misma la que provoca ese ruido exasperante cuando cae sobre una superficie líquida. Es la oscilación de una pequeña burbuja de aire creada en el impacto y arrastrada en la superficie, destacan estos investigadores en un estudio publicado el viernes en Scientific Reports.
"Sin la burbuja, no hay ruido", explica a la AFP Peter Jordan, investigador CNRS en el Instituto Prime, dependiente de la Universidad de Poitiers (Francia) y coautor del estudio.
Al oscilar, este burbuja de aire hace vibrar la superficie del agua. Esta actúa como un altavoz acústico, que genera el ruido que todos conocemos.
Un ploc, ploc breve, claro y más bien agudo, que se convierte rápidamente en un molesto ruido durante la noche.
Uno de los autores del estudio, Anurag Agarwal, del departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge, dijo que se interesó por el tema después de verse confrontado al molesto ruido en la casa de un amigo.
"Cuando no conseguía dormir por culpa del ruido del agua al caer gota a gota en un cubo, empecé a reflexionar sobre el problema", recuerda. Habló de esta cuestión con dos investigadores y "nos sorprendimos al descubrir que nadie había encontrado realmente la causa de este sonido", asegura Anurag Agarwal, citado en un comunicado de la Universidad de Cambridge.
En el momento del impacto, se forma una especie de cavidad, después brota un pequeño chorro de líquido y se crea una burbuja de aire.
Hasta ahora, a nivel sonoro, los científicos se habían centrado más en el sonido producido por la caída de la gota en el agua, más que en el que se genera en el aire, destaca Peter Jordan.
Los investigadores registraron con un micrófono el sonido propagado en el aire y con un hidrófono captaron el sonido dispersado en el agua.
Con tal de modificar las propiedades elásticas del líquido, añadieron lavavajillas líquido al agua.
Constatamos que esto impedía que se formase la burbuja de aire y que no había más ruido, explica Jordan.
"Un poco de lavavajillas líquido en el agua puede potencialmente solucionar el problema", concluyen. "Nuestro estudio sin embargo es válido para una cierta velocidad del impacto y un cierto tamaño de la gota de agua"
El misterio que se esconde detrás del molesto ruido del goteo de un grifo acaba de ser disipado por un grupo de investigadores, que proponen un remedio simple para solucionarlo: el lavavajillas líquido.
No es la gota de agua en sí misma la que provoca ese ruido exasperante cuando cae sobre una superficie líquida. Es la oscilación de una pequeña burbuja de aire creada en el impacto y arrastrada en la superficie, destacan estos investigadores en un estudio publicado el viernes en Scientific Reports.
"Sin la burbuja, no hay ruido", explica a la AFP Peter Jordan, investigador CNRS en el Instituto Prime, dependiente de la Universidad de Poitiers (Francia) y coautor del estudio.
Al oscilar, este burbuja de aire hace vibrar la superficie del agua. Esta actúa como un altavoz acústico, que genera el ruido que todos conocemos.
Un ploc, ploc breve, claro y más bien agudo, que se convierte rápidamente en un molesto ruido durante la noche.
Uno de los autores del estudio, Anurag Agarwal, del departamento de Ingeniería de la Universidad de Cambridge, dijo que se interesó por el tema después de verse confrontado al molesto ruido en la casa de un amigo.
"Cuando no conseguía dormir por culpa del ruido del agua al caer gota a gota en un cubo, empecé a reflexionar sobre el problema", recuerda. Habló de esta cuestión con dos investigadores y "nos sorprendimos al descubrir que nadie había encontrado realmente la causa de este sonido", asegura Anurag Agarwal, citado en un comunicado de la Universidad de Cambridge.
En el momento del impacto, se forma una especie de cavidad, después brota un pequeño chorro de líquido y se crea una burbuja de aire.
Hasta ahora, a nivel sonoro, los científicos se habían centrado más en el sonido producido por la caída de la gota en el agua, más que en el que se genera en el aire, destaca Peter Jordan.
Los investigadores registraron con un micrófono el sonido propagado en el aire y con un hidrófono captaron el sonido dispersado en el agua.
Con tal de modificar las propiedades elásticas del líquido, añadieron lavavajillas líquido al agua.
Constatamos que esto impedía que se formase la burbuja de aire y que no había más ruido, explica Jordan.
"Un poco de lavavajillas líquido en el agua puede potencialmente solucionar el problema", concluyen. "Nuestro estudio sin embargo es válido para una cierta velocidad del impacto y un cierto tamaño de la gota de agua"