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La República Mexicana padece un caciquismo propio del siglo XIX con estructuras del poder arcaicas, aseguró el doctor en Derecho Diego Valadés ante abogados, estudiantes y profesores de la Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa (UAIS) en Los Mochis.
El integrante del Colegio de Sinaloa asentó que el país necesita de «un enorme esfuerzo para replantear los temas de fondo», como la inseguridad, por parte de los cuerpos institucionales: «Son esencialmente problemas que resultan de un déficit de gobernabilidad en el país, que a su vez está vinculado con instituciones que ya no funcionan. De manera que si el próximo presidente, el próximo Congreso, la próxima generación de gobernantes del país no está consciente, que es necesario un cambio en las instituciones del país, seguiremos con los mismos efectos de hoy: no se trata de personas, sino de instituciones».
¿Qué espera de las coaliciones tras el 1 de julio?
Espero una gran participación de los ciudadanos. Es importante que los mexicanos estemos conscientes no solo del derecho a votar, sino de la responsabilidad de elegir. Las coaliciones electorales no son coaliciones de gobierno, están contempladas en la Ley Electoral y son solo para los efectos de la elección, después habrá que ver si también constituyen una coalición para gobernar.
Somos un país con enorme potencialidad en materia democrática, y espero que demos pasos adelante para que cada día tengamos mejores instituciones, plurales, eficaces y donde estén representados todos los puntos de vista del país.
¿Qué nos podría esperar a los mexicanos después de las elecciones?
Debemos estar tranquilos, confiar en nosotros mismos. No creo que tengamos ninguna razón para estar temerosos de nuestras propias decisiones.
El proceso de amnistía que propone Andrés Manuel López Obrador, ¿podría impactar en el Sistema Judicial?
Hay que tener en cuenta que la amnistía que ha propuesto la coalición que encabeza Andrés Manuel López Obrador es una disposición legal: no hay amnistía sin ley de amnistía, de manera que corresponderá al Congreso de la Unión, a partir del primero de septiembre, o cuando se le plantee, tomar la decisión que corresponda, no a un presidente, es una decisión de un Congreso.
¿Se podría esto entender como un pacto con el narcotráfico?
Cada quién lo habrá entendido de manera distinta. Yo no lo entendí en esa forma, como si fuera un pacto con el narco.
¿Cómo le han parecido las propuestas de los candidatos?
En realidad, todos los candidatos han sido muy parcos. Han sido planteamientos muy generales de todos, han tratado intencionalmente de simplificar el mensaje para que todos lo podamos entender.
Espero que, cuando tenga uno de ellos la responsabilidad de gobernar, sea más preciso y más adecuadas sus respuestas a las necesidades en el país, que son muchísimas. El país no se resuelve solo con voluntarismos ni con generalidades.
¿Considera que podrían cambiar a estas alturas los resultados de las encuestas?
En los ejercicios demoscópicos todo puede cambiar, pero las tendencias son muy claras, y hay que verlas así: con tranquilidad y optimismo. El país es robusto, y no debemos depender de temores que nos asustan, esto ya ha pasado antes. Se dijo que la transición sería muy negativa y no avanzamos gran cosa, pero tampoco lo pasamos mal.
¿La escasez de propuestas de los candidatos podría solventarse en estos treinta días de campaña que quedan?
Deberían modificar su lenguaje, hacerlo más civilizado. En cuanto a las propuestas, no veo que vayan a ahondar en el tipo de planteamientos que están haciendo, sencillamente porque en este momento les están funcionando. Hay que esperar que el próximo gobierno, en cooperación con el Congreso, que falta que sea un Congreso plural, pueda definir un buen programa para el país.
Necesitamos confiar no en ellos, los elegidos, sino en nosotros, los electores, que tengamos la fuerza suficiente para hacer sentir a quien quiera que triunfe, al partido, al presidente o a los partidos que integrarán el Congreso, que la sociedad mexicana es una sociedad atenta, siempre presente a lo que están resolviendo los gobernantes. Este es un cambio que ya se ha dado en el país.
Hoy, la sociedad es mucho más alerta, mucho más presente y más involucrada en las cuestiones de gobierno de lo que estaba hace veinte años. Si los gobernantes no advierten esto, peor para ellos.
¿México está preparado para afrontar cualquier tipo de gobierno ?
Estoy convencido de que sí. Es más, ya hemos tenido cambios no siempre a favor de los intereses del país. Hemos sido gobernados hasta por un presidente como Vicente Fox, y, finalmente, no ha pasado nada, quiere decir que el país aguanta mucho.
EL PERFIL
Nombre: Diego Valadés Ríos
Fecha de nacimiento: 8 de mayo de 1945
Lugar: Mazatlán, Sinaloa
Profesión: abogado por la Universidad Clásica de Lisboa y por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.
Trayectoria: investigador titular C de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM PRIDE nivel D. Investigador Nacional Nivel 3 por el Sistema Nacional de Investigadores. Su principal área es el Derecho Constitucional.
La República Mexicana padece un caciquismo propio del siglo XIX con estructuras del poder arcaicas, aseguró el doctor en Derecho Diego Valadés ante abogados, estudiantes y profesores de la Universidad Autónoma Intercultural de Sinaloa (UAIS) en Los Mochis.
El integrante del Colegio de Sinaloa asentó que el país necesita de «un enorme esfuerzo para replantear los temas de fondo», como la inseguridad, por parte de los cuerpos institucionales: «Son esencialmente problemas que resultan de un déficit de gobernabilidad en el país, que a su vez está vinculado con instituciones que ya no funcionan. De manera que si el próximo presidente, el próximo Congreso, la próxima generación de gobernantes del país no está consciente, que es necesario un cambio en las instituciones del país, seguiremos con los mismos efectos de hoy: no se trata de personas, sino de instituciones».
¿Qué espera de las coaliciones tras el 1 de julio?
Espero una gran participación de los ciudadanos. Es importante que los mexicanos estemos conscientes no solo del derecho a votar, sino de la responsabilidad de elegir. Las coaliciones electorales no son coaliciones de gobierno, están contempladas en la Ley Electoral y son solo para los efectos de la elección, después habrá que ver si también constituyen una coalición para gobernar.
Somos un país con enorme potencialidad en materia democrática, y espero que demos pasos adelante para que cada día tengamos mejores instituciones, plurales, eficaces y donde estén representados todos los puntos de vista del país.
¿Qué nos podría esperar a los mexicanos después de las elecciones?
Debemos estar tranquilos, confiar en nosotros mismos. No creo que tengamos ninguna razón para estar temerosos de nuestras propias decisiones.
El proceso de amnistía que propone Andrés Manuel López Obrador, ¿podría impactar en el Sistema Judicial?
Hay que tener en cuenta que la amnistía que ha propuesto la coalición que encabeza Andrés Manuel López Obrador es una disposición legal: no hay amnistía sin ley de amnistía, de manera que corresponderá al Congreso de la Unión, a partir del primero de septiembre, o cuando se le plantee, tomar la decisión que corresponda, no a un presidente, es una decisión de un Congreso.
¿Se podría esto entender como un pacto con el narcotráfico?
Cada quién lo habrá entendido de manera distinta. Yo no lo entendí en esa forma, como si fuera un pacto con el narco.
¿Cómo le han parecido las propuestas de los candidatos?
En realidad, todos los candidatos han sido muy parcos. Han sido planteamientos muy generales de todos, han tratado intencionalmente de simplificar el mensaje para que todos lo podamos entender.
Espero que, cuando tenga uno de ellos la responsabilidad de gobernar, sea más preciso y más adecuadas sus respuestas a las necesidades en el país, que son muchísimas. El país no se resuelve solo con voluntarismos ni con generalidades.
¿Considera que podrían cambiar a estas alturas los resultados de las encuestas?
En los ejercicios demoscópicos todo puede cambiar, pero las tendencias son muy claras, y hay que verlas así: con tranquilidad y optimismo. El país es robusto, y no debemos depender de temores que nos asustan, esto ya ha pasado antes. Se dijo que la transición sería muy negativa y no avanzamos gran cosa, pero tampoco lo pasamos mal.
¿La escasez de propuestas de los candidatos podría solventarse en estos treinta días de campaña que quedan?
Deberían modificar su lenguaje, hacerlo más civilizado. En cuanto a las propuestas, no veo que vayan a ahondar en el tipo de planteamientos que están haciendo, sencillamente porque en este momento les están funcionando. Hay que esperar que el próximo gobierno, en cooperación con el Congreso, que falta que sea un Congreso plural, pueda definir un buen programa para el país.
Necesitamos confiar no en ellos, los elegidos, sino en nosotros, los electores, que tengamos la fuerza suficiente para hacer sentir a quien quiera que triunfe, al partido, al presidente o a los partidos que integrarán el Congreso, que la sociedad mexicana es una sociedad atenta, siempre presente a lo que están resolviendo los gobernantes. Este es un cambio que ya se ha dado en el país.
Hoy, la sociedad es mucho más alerta, mucho más presente y más involucrada en las cuestiones de gobierno de lo que estaba hace veinte años. Si los gobernantes no advierten esto, peor para ellos.
¿México está preparado para afrontar cualquier tipo de gobierno ?
Estoy convencido de que sí. Es más, ya hemos tenido cambios no siempre a favor de los intereses del país. Hemos sido gobernados hasta por un presidente como Vicente Fox, y, finalmente, no ha pasado nada, quiere decir que el país aguanta mucho.
EL PERFIL
Nombre: Diego Valadés Ríos
Fecha de nacimiento: 8 de mayo de 1945
Lugar: Mazatlán, Sinaloa
Profesión: abogado por la Universidad Clásica de Lisboa y por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid.
Trayectoria: investigador titular C de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM PRIDE nivel D. Investigador Nacional Nivel 3 por el Sistema Nacional de Investigadores. Su principal área es el Derecho Constitucional.