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La futura participación del París Saint-Germain (PSG) en las competiciones europeas vuelve a estar en peligro por los fichajes de Neymar, por 222 millones de euros, y Kylian Mbappé, una cesión que englobaba un traspaso para el curso 18-19 de unos 180 millones de euros. La UEFA ha decidido reabrir el caso a propuesta de la Cámara de Adjudicatura del Control Financiero de Clubes, que ve indicios claros de dopaje monetario en la relación del PSG con el estado de Qatar.
El citado órgano, que tomará una decisión sobre el caso, discrepa de la decisión tomada el pasado 13 de junio por la Cámara de Investigación de Control Económico de los clubes. Este panel, presidido por el ex primer ministro belga Ives Leterme, determinó archivar el caso y no seguir con la investigación al considerar que las transacciones estuvieron en línea con los preceptos del juego limpio financiero (fair play financiero) de la UEFA. Los citados requisitos obligan a los clubes a no reflejar en sus cuentas pérdidas de más de 30 millones en una temporada. Recientemente, el Milan ha sido sancionado con no participar la próxima temporada en la Liga Europa. El desajuste del balance económico del PSG se estima en unos 100 millones de euros.
Presidido por el jeque catarí Nasser Al-Kheilafi, para poder sortear el control financiero de UEFA, el PSG habría justificado ingresos de patrocinio a través de Qatar Turismo que podrían vulnerar las leyes de competencia de la Unión Europea por estar muy por encima de los valores de mercado. Sin embargo, la controvertida cámara de investigación dio por buenos los contratos presentados por el PSG, así como las revalorizaciones de otros ya ejecutados antes de que se iniciaran las pesquisas por parte de la UEFA.
La cámara investigadora, formada por ocho miembros, consideró en su fallo del 13 de junio que no había motivos para pensar en el PSG como un club-Estado. También aseguró no haber detectado contratos de patrocinio hinchados o simulados que quebrantaran el mencionado fair play financiero. La decisión de la cámara de investigación se limitó a obligar al PSG a vender jugadores antes del 30 junio por valor de 60 millones de euros, y advirtió a la entidad con una monitorización de sus cuentas futuras. La laxitud del veredicto levantó ampollas entre los grandes clubes europeos, que en numerosas ocasiones le han hecho llegar al presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, su preocupación por las exuberantes demostraciones de poderío económico exhibidas por el PSG el pasado verano.
Nada más echarse el cierre al mercado estival de 2017, el organismo que rige el fútbol europeo abrió el expediente por la adquisición de Neymar y Mbappé que la cámara de investigación tardó casi un año en cerrar. Tras la anormal dilación en la toma de la decisión se escondía un claro conflicto de intereses económico que ponía a la UEFA en un brete. En medio del asunto estaban la relaciones comerciales del organismo europeo con Qatar a través del canal Al Jazeera, presidido por Al-Khelaifi y matriz de Bein Sports, plataforma que poseía los derechos de retransmisión de la Liga de Campeones. También, según el New York Times, entre los miembros de la cámara de investigacion existía una fuerte división entre los partidarios de no sancionar al PSG y los que sí eran proclives a un castigo ejemplar que conllevara la exclusión de las competiciones euroepas.
La Cámara de Adjudicatura del Control Financiero, presidida por José da Cuña, ex fiscal general de Portugal, tiene potestad para revisar las decisiones tomadas por el panel de investigación. Da Cuña ha detectado irregularidades en la justificación del panel de investigación para no sancionar al PSG. El proceso iniciado puede derivar en una sanción que va desde la limitación en el gasto de fichajes hasta la exclusión del club parisino de las competiciones europeas. Por las fechas en las que se reabre el caso, de producirse la exclusión, lo normal es que el castigo, en caso de haberlo, se iniciara en la temporada 19-20. El dictamen, si es contrario al PSG, ya solo podrá ser recurrido ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausanna (TAS).
La futura participación del París Saint-Germain (PSG) en las competiciones europeas vuelve a estar en peligro por los fichajes de Neymar, por 222 millones de euros, y Kylian Mbappé, una cesión que englobaba un traspaso para el curso 18-19 de unos 180 millones de euros. La UEFA ha decidido reabrir el caso a propuesta de la Cámara de Adjudicatura del Control Financiero de Clubes, que ve indicios claros de dopaje monetario en la relación del PSG con el estado de Qatar.
El citado órgano, que tomará una decisión sobre el caso, discrepa de la decisión tomada el pasado 13 de junio por la Cámara de Investigación de Control Económico de los clubes. Este panel, presidido por el ex primer ministro belga Ives Leterme, determinó archivar el caso y no seguir con la investigación al considerar que las transacciones estuvieron en línea con los preceptos del juego limpio financiero (fair play financiero) de la UEFA. Los citados requisitos obligan a los clubes a no reflejar en sus cuentas pérdidas de más de 30 millones en una temporada. Recientemente, el Milan ha sido sancionado con no participar la próxima temporada en la Liga Europa. El desajuste del balance económico del PSG se estima en unos 100 millones de euros.
Presidido por el jeque catarí Nasser Al-Kheilafi, para poder sortear el control financiero de UEFA, el PSG habría justificado ingresos de patrocinio a través de Qatar Turismo que podrían vulnerar las leyes de competencia de la Unión Europea por estar muy por encima de los valores de mercado. Sin embargo, la controvertida cámara de investigación dio por buenos los contratos presentados por el PSG, así como las revalorizaciones de otros ya ejecutados antes de que se iniciaran las pesquisas por parte de la UEFA.
La cámara investigadora, formada por ocho miembros, consideró en su fallo del 13 de junio que no había motivos para pensar en el PSG como un club-Estado. También aseguró no haber detectado contratos de patrocinio hinchados o simulados que quebrantaran el mencionado fair play financiero. La decisión de la cámara de investigación se limitó a obligar al PSG a vender jugadores antes del 30 junio por valor de 60 millones de euros, y advirtió a la entidad con una monitorización de sus cuentas futuras. La laxitud del veredicto levantó ampollas entre los grandes clubes europeos, que en numerosas ocasiones le han hecho llegar al presidente de la UEFA, Alexander Ceferin, su preocupación por las exuberantes demostraciones de poderío económico exhibidas por el PSG el pasado verano.
Nada más echarse el cierre al mercado estival de 2017, el organismo que rige el fútbol europeo abrió el expediente por la adquisición de Neymar y Mbappé que la cámara de investigación tardó casi un año en cerrar. Tras la anormal dilación en la toma de la decisión se escondía un claro conflicto de intereses económico que ponía a la UEFA en un brete. En medio del asunto estaban la relaciones comerciales del organismo europeo con Qatar a través del canal Al Jazeera, presidido por Al-Khelaifi y matriz de Bein Sports, plataforma que poseía los derechos de retransmisión de la Liga de Campeones. También, según el New York Times, entre los miembros de la cámara de investigacion existía una fuerte división entre los partidarios de no sancionar al PSG y los que sí eran proclives a un castigo ejemplar que conllevara la exclusión de las competiciones euroepas.
La Cámara de Adjudicatura del Control Financiero, presidida por José da Cuña, ex fiscal general de Portugal, tiene potestad para revisar las decisiones tomadas por el panel de investigación. Da Cuña ha detectado irregularidades en la justificación del panel de investigación para no sancionar al PSG. El proceso iniciado puede derivar en una sanción que va desde la limitación en el gasto de fichajes hasta la exclusión del club parisino de las competiciones europeas. Por las fechas en las que se reabre el caso, de producirse la exclusión, lo normal es que el castigo, en caso de haberlo, se iniciara en la temporada 19-20. El dictamen, si es contrario al PSG, ya solo podrá ser recurrido ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausanna (TAS).
Fuente: El País