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Yucatán contará con una planta con la ingeniería necesaria para procesar el chile habanero a fin de obtener la molécula del picante denominada capsaicina, que será utilizada para la industria farmacéutica, con lo que se le dará valor agregado a la producción de este vegetal.
Guiado por quienes lideran el proyecto a cargo de la empresa Agricultura Abierta y Protegida de la Península, Francisco Irazoqui Galaviz y José María Sabín Sabín, el titular de la Secretaría de Fomento Económico (Sefoe), Ernesto Herrera Novelo, recorrió los terrenos de cultivo.
“Tenemos la ingeniería para lograr la molécula, que aunque tiene diferentes usos nuestro objetivo es la industria farmacéutica. Entre otras aplicaciones, sirve para curar madera y evitar plagas, como protección para los cables de fibra óptica, para defensa personal, incluso para quitar dolor y disminuir inflamación”, explicó Irazoqui Galaviz.
El empresario expuso que trabajaron durante cinco años en un sistema que es técnica y financieramente rentable para conseguir un híbrido entre invernadero y malla sombra, con equipo de producción hidropónica, ubicado en Hoctún.
“Empezamos a trabajar en cómo industrializar el chile habanero, pero primero invertimos en la construcción de invernaderos de alta tecnología. Es importante comentar que no había ingeniería y tuvimos que crearla, había poca investigación y necesitábamos que la producción fuera buena, que pudiéramos estar cosechando todo el año y que tuviera un alto nivel de capsaicina”, detalló.
Actualmente, la compañía produce en una extensión de 11.5 hectáreas en el citado municipio, con un estimado de 80 toneladas por hectárea, que se comercializa fresco en Europa, Estados Unidos y en el mercado nacional. Irazoqui Galaviz prevé que la planta procesadora entre en funcionamiento a finales del próximo año. La construcción lleva un avance del 50 por ciento, mientras que la instalación de maquinaria y equipo, un 40 por ciento.
“Al momento de empezar a operar trabajaremos con 100 hectáreas, pero vamos a necesitar una capacidad instalada de mil hectáreas para producir entre 60 mil y 80 mil toneladas por año; esto lo logramos sembrando en Yucatán, Sinaloa y San Luis Potosí”, apuntó.
En cuanto a la comercialización de la molécula, señaló que “todo es exportación, pues en el mercado nacional no hemos despertado interés. Tenemos entendimientos comerciales a través de los agregados de las embajadas en México, de España, Alemania y Estados Unidos”.
Creciente generación de empleos
Por ahora, Agricultura Abierta y Protegida de la Península cuenta con 150 empleados permanentes y espera incrementar su plantilla laboral a mil 500 cuando inicien las operaciones de la planta.
“Contamos con un equipo muy profesional en el campo y en la industria, con muchos jóvenes que se han capacitado e involucrado con el proyecto”, compartió. A su vez, añadió que en Yucatán, en México y en el mundo, la empresa es la única identificada en ese rubro, pues produce capsaicina con fines de laboratorio, pero no industrial ni comercial.
“Sabíamos que era una molécula muy difícil de alcanzar, pero queríamos hacer algo porque el chile habanero es un cultivo insignia del estado y los trabajos de investigación de la industria farmacéutica para problemas de salud están muy adelantados, sólo faltaba la molécula. Pensamos que era un sueño que podíamos alcanzar y lo logramos”, finalizó.
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