Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
La Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR) lamentó que la Sala Constitucional haya puesto en entredicho el origen y función natural de la familia con su fallo que da al Congreso 18 meses para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El miércoles 8 la Sala IV, con seis votos contra uno, declaró inconstitucional el inciso 6 del artículo 14 del Código de Familia que prohíbe el matrimonio “entre personas del mismo sexo” y dio a la Asamblea Nacional 18 meses para adecuar la legislación a favor de las uniones homosexuales.
El fallo se emitió a pedido de las acciones de inconstitucionalidad presentadas por el expresidente del Movimiento Diversidad, Marco Castillo, y por la pareja lesbiana formada por Laura Flores-Eztrada Pimentel y Jazmín Elizondo.
La Sala IV también declaró inconstitucionales el artículo 242 del Código Familia y el artículo 4, inciso M, de la Ley de la Persona Joven, que regulan las uniones de hecho formadas entre un hombre y una mujer.
“Reiteramos nuestro respeto al orden jurídico costarricense, pero lamentamos que la Sala Constitucional no haya declarado sin lugar la petición de anulación del inciso 6 del artículo 14 del Código de Familia poniendo entredicho el origen y la función natural de la familia”, expresó la CECR en un comunicado publicado el 9 de agosto.
En ese sentido, los obispos señalaron que aunque “en una sociedad democrática y pluralista como la nuestra puede darse un reconocimiento jurídico a las personas del mismo sexo que conviven”, sería “injusto si tal reconocimiento pretendiera igualar la unión de personas del mismo sexo con la del matrimonio”.
“El no querer discriminar a las personas homosexuales no autoriza al Estado a confundir el orden natural del matrimonio y la familia”, advirtieron los obispos.
La CECR recordó las palabras del Papa Francisco, quien señaló que “debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio” no favorece a la sociedad; sino más bien “perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y los pueblos”.
“Las uniones entre personas del mismo sexo (…) no pueden equipararse sin más al matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad”, expresó el Papa en su exhortación apostólica Amoris laetitia.
En su comunicado, los obispos señalaron que “la Iglesia mantiene su convicción de que la familia sigue siendo, y lo será siempre, la célula básica de la sociedad porque en ella se procrean y se educan los futuros ciudadanos de toda sociedad”.
“La familia –indicaron- posee una específica y original dimensión social, en cuanto lugar primario de relaciones interpersonales, célula primera y vital de la sociedad: es una institución natural, fundamento de la vida de las personas y prototipo de toda organización social”.
Por tanto “es claro que, en el orden natural de las cosas, esa familia célula básica de la sociedad, esté fundada sobre el matrimonio monogámico y heterosexual de cuyo amor conyugal se generan los hijos y por esto merece la protección del Estado”.
Fuente Aciprensa