Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
El pequeño de cinco años recibió una bala en la cabeza la noche del 25 de diciembre del 2017
México.-Un milagro que comenzó a gestarse la Navidad del año pasado, se materializó hace apenas unos días en el Hospital Universitario.
Pese a los pronósticos adversos, Andrik Daniel, que a los 4 años recibió un balazo en la cabeza cuando regresaba a su casa en la Colonia Independencia, fue dado de alta.
Aunque el proyectil, que mantiene albergado en la cabeza, lo dejó inmóvil de la parte derecha del cuerpo, perdió la vista del ojo derecho y además el habla, el niño, ahora de 5 años, mantiene su sonrisa intacta. Se muestra feliz de regresar a casa.
Otras secuelas que sufre Andrik son convulsiones y que es alimentado a través de una sonda que está conectada a su estómago.
"No le pueden quitar la bala porque es muy peligroso, por el lugar en el que quedó", expresó Sergio Alvarado, su papá.
"Pero gracias a Dios ya está fuera del hospital, ahora lo que nos queda hacer es luchar para que él salga adelante".
La noche del 25 de diciembre del 2017 un hombre disparó contra un grupo de jóvenes reunidos en la calle, en la Colonia Independencia, y uno de los proyectiles alcanzó al niño.
Andrik Daniel iba en los brazos de su padre, acompañado de su mamá y de sus hermanos de 11 y 8 años, tras haber visitado a unos familiares.
Tras la investigación, la Policía detuvo en enero pasado a Oswaldo z, de 31 años, quien permanece detenido en el Penal del Topo Chico, en espera de recibir sentencia.
Durante los nueve meses que permaneció en el Hospital Universitario, Andrik fue sometido a 11 cirugías: nueve craneales, una traqueotomía y una gastrostomía, que es una operación para conectarle la sonda al estómago.
Los gastos médicos sumaron unos 2.5 millones de pesos y los absorbió el Hospital Universitario.
Al salir del hospital, el pasado 13 de septiembre, Andrik fue recibido por su familia en su nuevo hogar.
El pequeño de cinco años recibió una bala en la cabeza la noche del 25 de diciembre del 2017
México.-Un milagro que comenzó a gestarse la Navidad del año pasado, se materializó hace apenas unos días en el Hospital Universitario.
Pese a los pronósticos adversos, Andrik Daniel, que a los 4 años recibió un balazo en la cabeza cuando regresaba a su casa en la Colonia Independencia, fue dado de alta.
Aunque el proyectil, que mantiene albergado en la cabeza, lo dejó inmóvil de la parte derecha del cuerpo, perdió la vista del ojo derecho y además el habla, el niño, ahora de 5 años, mantiene su sonrisa intacta. Se muestra feliz de regresar a casa.
Otras secuelas que sufre Andrik son convulsiones y que es alimentado a través de una sonda que está conectada a su estómago.
"No le pueden quitar la bala porque es muy peligroso, por el lugar en el que quedó", expresó Sergio Alvarado, su papá.
"Pero gracias a Dios ya está fuera del hospital, ahora lo que nos queda hacer es luchar para que él salga adelante".
La noche del 25 de diciembre del 2017 un hombre disparó contra un grupo de jóvenes reunidos en la calle, en la Colonia Independencia, y uno de los proyectiles alcanzó al niño.
Andrik Daniel iba en los brazos de su padre, acompañado de su mamá y de sus hermanos de 11 y 8 años, tras haber visitado a unos familiares.
Tras la investigación, la Policía detuvo en enero pasado a Oswaldo z, de 31 años, quien permanece detenido en el Penal del Topo Chico, en espera de recibir sentencia.
Durante los nueve meses que permaneció en el Hospital Universitario, Andrik fue sometido a 11 cirugías: nueve craneales, una traqueotomía y una gastrostomía, que es una operación para conectarle la sonda al estómago.
Los gastos médicos sumaron unos 2.5 millones de pesos y los absorbió el Hospital Universitario.
Al salir del hospital, el pasado 13 de septiembre, Andrik fue recibido por su familia en su nuevo hogar.