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Jenny y Jonathan Minger regresaron a su casa en la
localidad británica de Alsager, en el centro de Inglaterra, después de pasar
dos semanas de luna de miel en Cancún, México. Y todo hubiera ido bien a no ser
porque los jóvenes, cansados tras llegar del aeropuerto, apenas reconocieron su
casa cuando la vieron, ya que toda ella estaba primorosamente envuelta en
plástico rosa.
Los responsables de la 'obra de arte' eran cuatro amigos
de la pareja que, a modo de broma posnupcial, quisieron sorprender a Jenny y Jonathan.
Los recién casados tuvieron que cortar el gran envoltorio con una navaja para
poder entrar a su casa, informa Metro.
Jenny no podía creer lo que veían sus ojos. La mujer, de
25 años, que trabaja en el Hospital de la Universidad Royal Stoke, dijo:
"Nos sorprendió, fue una gran sorpresa. No lo esperábamos en absoluto. Nos
mudamos hace solo tres meses (…) ¿No podrían haber elegido un mejor color para
envolverlo?".
"De hecho, es el plástico que Jonathan usa en su
granja para concienciar sobre el cáncer de mama", una causa que utiliza el
color rosa en sus campañas.
Dos jefes y dos amigos de Jonathan pasaron unas cuatro
horas envolviendo la casa en plástico en plena oscuridad antes de que los
casados llegaran a Alsager la mañana siguiente.
