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Estados Unidos.- Un hombre de mediana edad quería sorprender a su pareja y el sorprendido fue él, tras suministrarse la “pastilla azul” pero de manera intravenosa, lo cual causó que su efecto no cediera.
El sujeto buscaba tener una noche increíble con su novia, sin embargo, sufrió una vergonzosa pesadilla al ver que los días pasaban y el medicamento seguía funcionando en sus partes íntimas.
Fue hasta el cuarto día que el hombre con todo y pena decidió acudir a emergencias, se cubría sus partes íntimas con su saco y pidió ser atendido con privacidad para contar su problema. Los médicos se vieron sorprendidos y apenados al ver la situación y pensaban que sería fácil hacer ceder la erección; pero había un problema, había pasado demasiado tiempo la sangre en el miembro y hacerla regresar al cuerpo con velocidad podría tener consecuencias fatales para el hombre, podría haber coágulos en la zona.
Los doctores explicaron que la manera usual sería colocar una serie de fármacos inyectados directamente sobre sus partes íntimas, pero dudaron del proceder y prefirieron hablar con un especialista, se dio a conocer el caso en el programa Sala de Emergencias.
Al acudir el urólogo al lugar, observó al paciente e intentó retirar la sangre del miembro con una jeringa; desafortunadamente, el dolor fue en vano, la sangre no salía por el tiempo que tenía en el sitio. Ante esto solo quedaba una opción, una intervención quirúrgica.
Afortunadamente, todo volvió a la normalidad para el hombre tras la cirugía.
- Un hombre llegó muy asustado a un hospital después de cuatro días de que no pasara el efecto del fármaco
Estados Unidos.- Un hombre de mediana edad quería sorprender a su pareja y el sorprendido fue él, tras suministrarse la “pastilla azul” pero de manera intravenosa, lo cual causó que su efecto no cediera.
El sujeto buscaba tener una noche increíble con su novia, sin embargo, sufrió una vergonzosa pesadilla al ver que los días pasaban y el medicamento seguía funcionando en sus partes íntimas.
Fue hasta el cuarto día que el hombre con todo y pena decidió acudir a emergencias, se cubría sus partes íntimas con su saco y pidió ser atendido con privacidad para contar su problema. Los médicos se vieron sorprendidos y apenados al ver la situación y pensaban que sería fácil hacer ceder la erección; pero había un problema, había pasado demasiado tiempo la sangre en el miembro y hacerla regresar al cuerpo con velocidad podría tener consecuencias fatales para el hombre, podría haber coágulos en la zona.
Los doctores explicaron que la manera usual sería colocar una serie de fármacos inyectados directamente sobre sus partes íntimas, pero dudaron del proceder y prefirieron hablar con un especialista, se dio a conocer el caso en el programa Sala de Emergencias.
Al acudir el urólogo al lugar, observó al paciente e intentó retirar la sangre del miembro con una jeringa; desafortunadamente, el dolor fue en vano, la sangre no salía por el tiempo que tenía en el sitio. Ante esto solo quedaba una opción, una intervención quirúrgica.
Afortunadamente, todo volvió a la normalidad para el hombre tras la cirugía.