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La familia de una mujer que fue acuchillada a muerte por su esposo, quien a su vez culpó a un medicamento para la tos por el crimen cometido, afirma que este siempre tuvo la intención de matarla. Por ello, los padres de la víctima lamentan no haberse dado cuenta de las señales del abuso doméstico que sufrió en vida su hija.
Lauren Phelps, de 29 años, murió al ser apuñalada 123 veces por su esposo, Matthew Phelps, también de 29 años. El hecho ocurrió en septiembre de 2017 en su casa, en la ciudad estadounidense de Raleigh (Carolina del Norte).
Tras la muerte de Lauren, Matthew, aspirante a pastor, llamó al 911 y dijo que había tomado una gran dosis de un medicamento llamado Coricidin, tras lo cual se despertó y descubrió que, como resultado, había matado a su esposa en la cama. "Consumí más medicina de la que debería. Tomé Coricidin porque sé que me puede hacer sentir mejor", alegó el hombre
Pero el 5 de octubre cambió su declaración original y se declaró culpable de asesinato en primer grado.
"Planificó todo desde el principio, desde el primer día hasta el final", aseveró el padre de Lauren, Dale Hugelmaier, en una entrevista concedida a ABC News.
"La última vez que vi a mi hija… ella estaba nerviosa y un poco tensa y no parecía en absoluto estar en sí misma. (...) Parecía un desastre", recordó su padre y agregó: "Ahora lamento no haberle hecho preguntas sobre lo que estaba pasando".
Víctima de abuso doméstico
Su familia afirmó que Lauren fue víctima de abuso emocional y físico durante los 10 meses que duró su matrimonio. Dale indicó que Lauren estaba demasiado asustada para contárselo a nadie.
Durante la investigación, las autoridades revelaron que las tensiones entre los jóvenes esposos habrían estallado por la situación económica que atravesaban. Matthew, quien trabajaba para un servicio de jardinería, supuestamente "gastaba más dinero de lo que ganaba la pareja", mientras que Lauren, líder de un grupo de jóvenes de la iglesia, "recientemente tomó medidas drásticas para limitar los gastos de su esposo", según The News & Observer.
A pesar de haber estado casada menos de un año, Lauren estaba "preparándose para terminar la relación".
De acuerdo con los familiares de la víctima, Matthew sabía que Lauren lo iba a abandonar y decidió que de cualquier manera no la dejaría ir.
La familia de una mujer que fue acuchillada a muerte por su esposo, quien a su vez culpó a un medicamento para la tos por el crimen cometido, afirma que este siempre tuvo la intención de matarla. Por ello, los padres de la víctima lamentan no haberse dado cuenta de las señales del abuso doméstico que sufrió en vida su hija.
Lauren Phelps, de 29 años, murió al ser apuñalada 123 veces por su esposo, Matthew Phelps, también de 29 años. El hecho ocurrió en septiembre de 2017 en su casa, en la ciudad estadounidense de Raleigh (Carolina del Norte).
Tras la muerte de Lauren, Matthew, aspirante a pastor, llamó al 911 y dijo que había tomado una gran dosis de un medicamento llamado Coricidin, tras lo cual se despertó y descubrió que, como resultado, había matado a su esposa en la cama. "Consumí más medicina de la que debería. Tomé Coricidin porque sé que me puede hacer sentir mejor", alegó el hombre
Pero el 5 de octubre cambió su declaración original y se declaró culpable de asesinato en primer grado.
"Planificó todo desde el principio, desde el primer día hasta el final", aseveró el padre de Lauren, Dale Hugelmaier, en una entrevista concedida a ABC News.
"La última vez que vi a mi hija… ella estaba nerviosa y un poco tensa y no parecía en absoluto estar en sí misma. (...) Parecía un desastre", recordó su padre y agregó: "Ahora lamento no haberle hecho preguntas sobre lo que estaba pasando".
Víctima de abuso doméstico
Su familia afirmó que Lauren fue víctima de abuso emocional y físico durante los 10 meses que duró su matrimonio. Dale indicó que Lauren estaba demasiado asustada para contárselo a nadie.
Durante la investigación, las autoridades revelaron que las tensiones entre los jóvenes esposos habrían estallado por la situación económica que atravesaban. Matthew, quien trabajaba para un servicio de jardinería, supuestamente "gastaba más dinero de lo que ganaba la pareja", mientras que Lauren, líder de un grupo de jóvenes de la iglesia, "recientemente tomó medidas drásticas para limitar los gastos de su esposo", según The News & Observer.
A pesar de haber estado casada menos de un año, Lauren estaba "preparándose para terminar la relación".
De acuerdo con los familiares de la víctima, Matthew sabía que Lauren lo iba a abandonar y decidió que de cualquier manera no la dejaría ir.