Una evaluación sobre la refinería Dos Bocas del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) concluye que el proyecto “es inviable técnica y financieramente”, toda vez que el costo total de éste sería de 14 mil 740 millones de dólares, cifra que casi duplica a los 8 mil millones que se habían calculado en un inicio.
De acuerdo con información obtenida por el diario Reforma, el IMP proyecta dos escenarios para el análisis de la viabilidad de la refinería, uno con una inversión del 100% de recursos públicos y el otro con una inversión pública del 30% y el 70% restante obtenido de algún otro financiamiento que se pague a 15 años.
En el primero de ellos el IMP concluye que la refinería de Dos Bocas no resulta viable porque los ingresos por venta de productos y subproductos, no cubriría los costos de inversión, operación, mantenimiento e impuestos, al menos durante los próximos 20 años. La alternativa del IMP para evitar pérdidas en este escenario, sería reducir la inversión del proyecto a 13 mil 808 millones de dólares y que las obras se ejecuten en Tula, Hidalgo y no en Tabasco, pues los costos de acondicionamiento en ese estado serían mayores.
Mientras que para el segundo escenario, en el cual se pagaría el 30% de las obras con recursos públicos, podría ser limitadamente viable, ya que al obtener un 70% de recursos privados, deberían realizarse previamente diversos estudios técnicos, económicos y ambientales que comprueben o no la efectividad del proyecto.
Con estas condiciones, se alargaría el proceso de desarrollo. Tan solo la planeación requeriría de un año y se necesitarían 4 años más para la construcción, es decir, la refinería de Dos Bocas iniciaría operaciones hasta 2024.
Ante esto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que se trata de un estudio que “no tiene fundamento” para concluir que el proyecto es inviable.
Al ser cuestionado en su conferencia matutina de este miércoles, el mandatario agregó incluso el director y el subdirector del IMP están acompañando y apoyando a Pemex en el proceso de construcción.
El pasado 9 de diciembre, López Obrador colocó la primera piedra de la refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco. Aquel día, la secretaría de Energía, Rocío Nahle, aseguró que esta nueva refinería incrementaría la producción de gasolina y diésel en el país, y que en su etapa de construcción generaría hasta 135 mil empleos.
Nahle explicó que el área de construcción de la Refinería abarcaría 566 hectáreas de terreno de propiedad federal, con una localización “ideal”, debido a que hasta el lugar llegan los ductos de petróleo provenientes de Tabasco y Campeche, de donde se extrae el 80% de hidrocarburos del país.
Sin embargo, hace unos días, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) multó con 13 millones 900 mil pesos a la empresa SCCA por el desmonte de vegetación en el predio donde se construye la refinería.
En un comunicado, la ASEA informó que, además de las multas, la empresa tendrá que establecer un programa de reforestación del mangle en 82.8 hectáreas, así como de preservación de flora y fauna silvestre. De acuerdo con la Agencia, los montos de las medidas de compensación mínimos a invertir se determinarán con base en los servicios ambientales que fueron afectados por las actividades realizadas.
La intervención de la ASEA se dio luego de que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) presentara una denuncia el pasado 16 de noviembre, contra quien resultara responsable por el desmonte del predio, pues de acuerdo con la organización este no cumplía con el procedimiento de impacto ambiental y ni tenía autorización de cambio de uso de suelo forestal.
Con información de Reforma