Después que la mayoría de los
gobernadores en la entidades acordaran con el presidente de la República
Andrés Manuel López Obrador que éstos funcionarios federales no tuvieran
la función de Secretarios Técnicos en el Consejo Estatal de Seguridad y que se
respetara la ley en cada estado en cuanto a la integración del Consejo Estatal,
el presidente López Obrador, no solo rectificó en el aspecto de la
seguridad, sino también dejó sin el poder del que anticipadamente ya se habían
cubierto los llamados súper secretarios.
Los coordinadores estatales no
serán secretarios técnicos de los comités de seguridad en las entidades, sino
que el titular de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, nombrará a personajes
especializados, prometió entonces el mandatario federal.
Con esta decisión, subsanó la
confrontación que algunos gobernadores habían emprendido contra el gobierno
federal, aludiendo que se invadían sus facultades. A partir del acuerdo,
los coordinadores estatales se encargarán únicamente de los programas de
desarrollo social.
Pero en Yucatán, Joaquín
Díaz Mena, no solo quedó fuera del Consejo Estatal de Seguridad, sino que al
paso de las semanas ha quedado en evidencia la orfandad política en
la que está inmerso el actual Coordinador de Programas Sociales.
Además que el cargo solo fue
creado para darles un premio de consolación a algunos de los más
cercanos ex colaboradores de AMLO en su campaña electoral, en
el caso específico de Yucatán, para Huacho ha significado las “gracias” del
ahora presidente por los votos que le anexó a su triunfo, pero no más ya que
hasta ahora los supuestos apoyos y recursos que supuestamente manejaría
el ex candidato de Morena al gobierno de Yucatán no han sido tales.
Ignorado políticamente por
el actual gobierno estatal a Huacho Díaz no se le visto ni en los
eventos que tienen que ver con programas sociales de ayuda ni en los actos
donde el gobernador ha recibido a funcionarios federales, tal es el caso
del titular de Conapesca Raúl Elenes, donde el ex panista brilló por su
ausencia.
También en días pasados con
motivo de los 80 años de existencia del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) estuvo en la ciudad de Mérida el titular de esta
dependencia federal y el gran ausente fue nuevamente Joaquín Díaz Mena.
Pero si notoria distancia que
ha marcado la relación Huacho Díaz, con el gobernador Mauricio Vila Dosal, no
fuera suficiente para demeritar la débil posición del ex diputado federal
por el PAN, -ahora inscrito en las filas de Morena, donde de paso hasta
ahora tampoco se le ha visto actividad o acción partidista alguna-, no fuera
suficiente, en el corto tiempo que Huacho Díaz Mena lleva al frente de la Coordinación
de Programas Sociales, han sido tres manifestaciones masivas que ha tenido que
enfrentar pero ninguna ha resuelto.
En la primera manifestación
contra el coordinador de programas sociales de bienestar, un grupo de por lo
menos 200 responsables de las guarderías de la desaparecida Secretarpia de
Desarrollo Social (Sedesol), exigieron a Huacho Díaz aclarar las razones
de la suspensión en los apoyos que se les venían entregando a los operadores de
este programa de guarderías o estanciaspensadas en su mayoría en madres
solteras que trabajan o parejas que por la carestía económica deben trabajar
los dos para afrontar los gastos en familia.
Durante esta
manifestación, Huacho Díaz optó por no dar la cara a las
manifestantes, enviando a un grupo de trabajadores de la dependencia a explicar
que una vez que estuvieran diseñadas las reglas de operación del programa, se
podrían reanudar los trabajos en las guarderías, situación que a dos meses de
asumir el cargo el llamado súper delegado no ha podido desentrañar.
Una segunda manifestación en
el poco tiempo que lleva Huacho Díaz Mena en la Coordinación fue la
escenificada por abuelos y personas con capacidades diferentes adheridos a la
UNTA, quienes denunciaron que el personal de la antigua Sedesol llamados
ahora servidores de la nación no había censado a miles de abuelitos y personas
con capacidades diferentes de por lo menos unos 50 municipios y en el caso de
los que si estaban siendo integrados a los padrones, lo hacían bajo razones
políticas más que por cuestiones de necesidad.
La última de las manifestaciones que ha tenido como escenario las “nuevas” oficinas desde donde despacha Joaquín Díaz Mena fue la protagonizada el 5 de febrero por integrantes de la Central Independiente de Obreros Agrícola y Campesinos (Cioac).
La Verdad Noticias