El consumo de chatarra, tabaco y alcohol ocasiona la pérdida
de más de 112 millones de años en calidad de vida anualmente, alertó Fabio Da
Silva Gomes, asesor regional en Nutrición de la Organización Panamericana de la
Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS).
El experto internacional explicó que las industrias de
comida chatarra, bebidas azucaradas, tabaco y alcohol crean “epidemias
industriales” con prácticas comerciales similares que, subrayó, han disparado
la demanda de sus productos y alterado los comportamientos de consumo alrededor
del mundo.
Además, las enfermedades generadas por el consumo de esos
productos, como la obesidad, diabetes, hipertensión y alcoholismo, representan
afectaciones en todos los niveles, y una carga para las familias y las finanzas
públicas.
Da Silva Gomes expresó que las afectaciones van desde el
sector productivo hasta el escolar, pues según la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se pierde el aprovechamiento
escolar en niños por problemas de obesidad y sobrepeso.
Por su parte, Alejandro Calvillo, director de El Poder del
Consumidor, destacó que el consumo de comida chatarra, tabaco y alcohol es la
principal causa de enfermedad y muerte en México, así como la causa central del
colapso del sistema de salud pública del país.
Calvillo agregó que los costos en salud por el consumo de
esos productos se estiman en 555 mil 794 millones de pesos anuales, y reiteró
que la comida chatarra y las bebidas ultra procesadas no saludables, así como
el tabaco y el alcohol, son la principal causa de enfermedad y muerte a escala
global.
Con motivo del foro ‘Determinantes comerciales de la salud’,
la Alianza por la Salud Alimentaria apuntó que existen diversas experiencias
exitosas para reducir el consumo de los productos señalados, así como sus
impactos, y deben ser compartidas e imitadas, en especial en situaciones de
emergencia como la que vive México.
El director de El Poder del Consumidor resaltó que en Rusia,
una de las naciones con mayor consumo de alcohol, se redujo 40% en 12 años,
mientras que en Nueva York el consumo de tabaco disminuyó 28% en siete años, y
en Chile el consumo de bebidas azucaradas bajó 22% en solamente tres años.
Al respecto, Erick Antonio Ochoa, responsable del área de
control de tabaco en la Coalición México Salud-Hable, aseveró que el país debe
hacer frente a los determinantes comerciales de las enfermedades no
transmisibles, debido a que no habrá presupuesto que alcance si no se toman
acciones contra los factores de riesgo que más enferman y matan.
Por ello, el consumo de alcohol, tabaco, bebidas y alimentos
ultra procesados deben estar mejor regulados y contenidos con mayor detalle en
el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Sectorial de Salud del actual
gobierno, abundó.
Proceso