La figura del fumador pasivo ha ganado reconocimiento
durante los años recientes, ya se han establecido normas para proteger a
quienes no fuman, del humo de quienes sí lo hacen; sin embargo no pasa lo mismo
con las ‘víctimas’ de las personas bebedoras de alcohol.
Si bien el alcohol no viaja a través del aire hasta
aterrizar en el hígado de cualquiera que se encuentre cerca, sí es cierto que
su consumo puede generar problemas ajenos al bebedor, que no suelen
considerarse en los estudios que evalúan sus riesgos.
Por eso, un equipo de científicos del Instituto de
Investigación en Terapia de Bayern (Alemania) ha publicado en BMC Medicine un
trabajo diferente, en el que se analizan los daños de estos “bebedores
pasivos”, que se pueden dividir en tres grupos: fetos, víctimas de tráfico
y víctimas de violencia.
Víctimas desde el útero
Del mismo modo que el tabaco puede generar serios problemas
al feto cuando una mujer fuma durante su embarazo, el alcohol también puede ser
muy peligroso.
En estos casos se genera lo que se conoce como trastornos
del espectro del alcoholismo fetal, que producen en los bebés síntomas como
bajo peso corporal, cabeza pequeña, hiperactividad, problemas de aprendizaje,
discapacidad intelectual, problemas de sueño, retraso en el habla y el
lenguaje, problemas visuales y daños en órganos como el corazón, los riñones o
los huesos.
Entre todos los trastornos del espectro, el más frecuente es
el conocido como síndrome alcohólico fetal, que es responsable de
anormalidades faciales, problemas de crecimiento y anomalías en el sistema
nervioso. Estos síntomas pueden darse a diferentes niveles, llegando a causar
abortos espontáneos o la muerte del recién nacido.
Por este motivo, se advierte a las embarazadas que deben
evitar hasta el más mínimo consumo de alcohol durante la gestación. Pero muchas
no lo hacen. De hecho, según este estudio, realizado a lo largo del año 2014,
en todo ese tiempo se documentaron en Alemania 12 mil 650 casos de trastornos
del espectro del alcoholismo fetal y concretamente 2 mil 930 de síndrome
alcohólico fetal.
Muertes por alcoholismo pasivo
Para la realización de este estudio también se tuvieron en
cuenta las muertes por accidente de tráfico o violencia interpersonal, en las
que había estado implicado el consumo de alcohol. Concretamente, concluyeron
que por este motivo, en 2014, mil 214 personas habían fallecido en la
carretera y 55 fueron víctimas de la violencia de un bebedor.
En el caso de los fetos, los datos suelen ser el resultado de encuestas autoinformadas, en las que a veces se generan sesgos de recuerdo por parte de las embarazadas, que dificultan la exactitud de los resultados. Sin embargo, tanto estas cifras como las correspondientes a los otros dos grupos indican que los órganos competentes deberían incrementar el número de campañas y medidas destinadas a evitarlas.