Desde 2016 Donald Trump prometió a sus electores un muro en la frontera sur que sería pagado en su totalidad por México. Después de dos años como presidente de los Estados Unidos el compromiso no se ha materializado, aunque en la práctica el republicano sí ha logrado levantar una pared invisible para frenar a los migrantes. México.
Este lunes las autoridades del Servicio de Migración de México apoyados con la Policía Federal, desarticularon por primera vez a una caravana de más de 2.000 centroamericanos. Arrestaron a más de 300.
Las escenas recorrieron la cadenas de televisión y redes sociales. Niños que eran arrancados de los brazos de sus madres, hombres corriendo para tratar de huir, algo muy lejano a lo que de inicio prometió el presidente López Obrador: trabajo y un trato humanitario para todo aquel que llegara al país.
El cambio en la política migratoria de México coincide con la presión diaria de Trump a través de mensajes en Twitter. El mandatario estadounidense ataca el desempeño de su contraparte, lo mismo que otro día lo felicita.
"¿México está haciendo el trabajo sucio a Estados Unidos? ¿La contención de los migrantes dentro de su territorio nacional es ese muro "invisible" que Donald Trump levantó a costa de los mexicanos?" Son las distintas preguntas que los compatriotas han hecho al darse cuenta que México estaría cumpliendo con los planes fronterizos del mandatario estadounidense.
Pero no son las ideas las que hablan, sino los hechos: las autoridades mexicanas están, desde hace meses, bloqueando el paso de grupos de migrantes en pueblos fronterizos: no les permiten caminar hacia los puentes de cruce para solicitar asilo a los Estados Unidos. Esto, socava las promesas del nuevo mandato de defender a los migrantes y respaldarlos en su búsqueda por una mejor vida.
México, también ha permitido que su contraparte estadounidense devuelva a más de 120 mujeres, hombres, y niños a Tijuana en los que esperan la resolución de sus solicitudes de asilo en Estados Unidos. Ese programa de retorno fue expandido a otros puntos fronterizos la primera semana de marzo.
López Obrador, por mucho tiempo supuesto defensor de las personas desfavorecidas, ha dejado a su suerte a los solicitantes de asilo con los Protocolos de Protección a Migrantes, medida que Donald Trump implementó para que quienes piden asilo se queden del lado mexicano de la frontera.
El Instituto Nacional de Migranción y la Policía Federal detuvieron a la caravana de migrantes que avanzaba con rumbo Arriaga, fuentes oficiales detuvieron al menos a 800 personas que no contaban con la documentación necesaria para trasitar por territorio nacional. FOTO: CUARTOSCURO
Según los defensores de indocumentados dicho proyecto implica "botar" a las personas en zonas violentas de México. Además, contraviene su derecho de asesoría legal y respaldo familiar en el país vecino.
La Cuarta Transformación, que antes de llegar al poder indicó que no iba a cooperar con la agenda antimigratoria de Trump, ha seguido la línea de esa agenda en varios aspectos. La principal: aceptar a mujeres y menores devueltos pese a la promesas de que sólo acogería a varones adultos.
Para muchos mexicanos lo que suceda con los migrantes es una preocupación secundaria a las que tienen a nivel personal, como el trabajo, la seguridad y la corrupción. Por eso, el gobierno tiene el 80 por ciento de aprobación para que los indocumentados sean devueltos mediante solicitudes de asilo.
México: el muro contra la migración centroamericana
En los últimos años, el país "azteca" se convirtió en una muralla para los indocumentados de Centroamérica y superó a Estados Unidos en el número de deportaciones. Así lo dio a conocer el Instituto Guatemalteco de Migración, quien informó que de 2015 a 2018 al menos 436,125 migrantes de origen guatemalteco, salvadoreño y hondureño fueron deportados. En ese tiempo, las autoridades estadounidense devolvieron a sólo 293,813.
México, como se puede ver en los números, ahora supera a la nación de Donald Trump, de manera notable en cuanto a la deportación de centroamericanos; sin embargo, aún queda la duda si se trata por presión o acuerdos con el vecino del norte.
Particularmente, en 2017 y 2018 — los primeros dos años de gobierno de Trump — , Estados Unidos devolvió a 139,452 centroamericanos, mientras que México lo hizo con 141 mil 367. El resultado de dicha superación impactó en la imagen de la nación "azteca", de quien han asegurado se convirtió en el "policía de los Estados Unidos" o los "responsables del trabajo sucio".
