De acuerdo al informe del programa de Playas Limpias, realizado por la Comisión Federal para la Protección contra Riegos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Dzilam Bravo es una de las playas más limpias de México. De entre las 17 playas yucatecas analizadas, El Cuyo es la que tiene mayor presencia de bacterias.
El mencionado documento forma parte de las acciones del
Gobierno Federal realizadas para determinar la calidad de agua de mar para uso
recreativo, considerando que “en la mayor parte de las playas del país existen
factores que afectan a la misma, como drenajes pluviales, descargas de aguas
residuales y asentamientos irregulares que no cuentan con infraestructura de
saneamiento y alcantarillado”.
La Cofepris analiza el agua de 269 playas de 17 estados
costeros y detecta la cantidad de bacterias Enterococcus faecalis –que proviene
de heces fecales de humanos y animales-, que hay en el líquido. Una playa
implica riesgo sanitario si excede los 200 enterococos por cada 100 mililitros
de agua, es decir, si es menor, resulta apta para su uso recreativo.
De acuerdo al último estudio, las diez playas que registran
10 NMP, es decir, las más limpias, son las de San Felipe, en Baja California;
las de Loreto, en Baja California Sur; las de Campeche, en Campeche; las de
Tonalá, en Chiapas; las de Aquila, en Michoacán; las de Cozumel, en Quintana
Roo; Mahahual, en Quintana Roo; las de Bahía de Altata Navolato, en Sinaloa;
Costa Azul, en Tamaulipas y Dzilam Bravo, en Yucatán.
De las 17 playas yucatecas analizadas por la Cofepris, otras
cuentan con 10 NMP, es decir, son limpias: Uaymitún, la playa de San Benito,
Dzemul; Río Lagartos, Chuburná y Celestún. Las que tienen mayor presencia de
bacterias son San Crisanto, con 33 NMP; Telchac y Chelem, con 42; Progreso, con
60 y El Cuyo con 74.
A nivel nacional, las playas Antón Lizardo, en Veracruz; la
Playa Principal y Puerto Angelito de Puerto Escondido, Oaxaca; Playa Hornos y
Playa Suave de Acapulco, Guerrero, son las cinco más contaminadas.
El contacto con el agua contaminada podría provocar
padecimientos como gastroenteritis, salmonelosis, cólera y enfermedades de la
piel. “Diversos estudios indican que las enfermedades de mucosas, piel y
digestivas presentadas por bañistas, están relacionadas con los niveles de
contaminación fecal”, establece la Cofepris. Por ello, se recomienda a la
población mantenerse al tanto de la información emitida por las dependencias al
respecto y en caso de presentar algún síntoma, acudir al médico.
La Jornada Maya