Los límites están en la cabeza, no en el cuerpo. Así lo ha
demostrado Sara Hinesley, una niña de 10 años que a pesar de haber nacido
sin manos, se convirtió en la campeona nacional de un concurso de
caligrafía en Estados Unidos.
Sara es originaria de China, pero desde hace cuatro años
vive en Maryland, gracias a que fue adoptada por una familia estadounidense.
Hoy día, cursa el tercer grado de educación básica en la Escuela
Católica Regional de St. John en Frederick.
Ideó su propio método de escritura
Aunque su discapacidad podría haberse convertido en un
obstáculo para su educación, Sara no tuvo reparos en ello y se las ingenió para
desarrollar su propio método de escritura, sosteniendo el lápiz con los
brazos.
Este empeño por el estudio se tradujo recientemente en uno
de los más grandes logros de Sara hasta el momento: obtener el primer lugar en
el Concurso Nacional de Manuscrito Zaner-Bloser 2019, dirigido a
estudiantes con retraso cognitivo o alguna discapacidad intelectual o física.
“Me sentí orgullosa y espero que otros que tienen desafíos
aprendan de mí, que si se esfuerzan al máximo, pueden hacerlo”.
Así dijo Sara a reporteros, tras enterarse del
reconocimiento, que estuvo acompañado de un premio en efectivo de 500
dólares.
"Me esfuerzo al máximo hasta lograr lo que no puedo
hacer"
La pequeña, quien dijo ser como cualquier otra niña de su
edad, a la que le gusta jugar con su hermana mayor y ver la televisión, afirmó
que nada es imposible para las personas que quieren crecer cada día.
“Las cosas que no puedo hacer, trato de descubrir la forma
en que pueda hacerlas y hacer todo lo posible para que funcionen. Simplemente
me esfuerzo al máximo y me lo propongo. Esto es lo que sucede”, dijo en
entrevista con CBS Baltimore.
Su madre, Cathryn Hinesley, dijo a los medios que tras adoptar a Sara, consideraron comprarle una prótesis, pero olvidaron el asunto debido a que su campeona en caligrafía se siente más cómoda sin estos aparatos.