Ante la cancelación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), confirmada este jueves por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la iniciativa privada analizará el impacto en las inversiones comprometidas, estimadas en más de 8 mil 200 millones de dólares, así como en el desarrollo de la economía, al ver con qué serán sustituidos estos proyectos, señaló Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin).
“Son visiones diferentes, es un nuevo gobierno, una nueva visión y esto no nos debe de sorprender, lo que nos sorprende es que no seamos consultados, nos hubiera gustado enterarnos primero y no por la prensa, es un sentimiento de la Concamin y del CCE”, dijo Francisco Cervantes.
Por la mañana, López Obrador aseguró que las ZEE desaparecerían. —Entonces, ¿van a desaparecer?—, se le preguntó de manera directa durante la conferencia de prensa. —“Sí, totalmente”, respondió el presidente.
“Eran supuestamente para ayudar, pero nunca hicieron nada por ayudar. Hicieron negocios, compraron terrenos y derrocharon recursos no se benefició en nada”, agregó el mandatario.
A la espera de un plan sustituto
Sin catalogar como buena o mala la decisión de cancelación, para Cervantes es importante ver con qué proyectos se buscará sustituir lo que las ZEEprometían, principalmente en el tema de inclusión social en la actividad productiva del país y refirió que es notoria la intención del gobierno de impulsar a la región del sur-sureste con varios proyectos.
El líder industrial reveló que recibieron una llamada en la que se les dijo que las empresas que tuvieran un convenio establecido para inversión, “se buscará respetarlo, obviamente bajo análisis”.
Por su parte, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), dijo en una entrevista radiofónica que esperarán la propuesta del gobierno de México para sustituir el esquema de las ZEE.
“Tú cambias, o porque no funciona o porque tienes una mejor forma de hacerlo. Hoy con los elementos de juicio que tenemos, no sabemos si lo va a cambiar porque no funciona y ha sido realmente un desperdicio o si lo va a cambiar porque tenemos una mejor idea”, mencionó el empresario.
Para especialistas consultados, no bastará con solo desaparecer la Ley Federal de las Zonas Económicas Especiales, pues se deberán emitir decretos que extingan las declaratorias de las zonas económicas y los convenios establecidos con los estados y municipios.
De esta forma, explicaron que no hay obligatoriedad para que el jefe del Ejecutivo haga uso de la Ley Federal de ZEE que en la práctica funge como una herramienta de la que el presidente tiene facultad de utilizar o no.
Malas señales
Entrevistado en Tabasco, Enoch Castellanos Férez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, dijo que la administración de López Obrador está enviando la “mala señal” de que no le interesa la inversión privada y pretende apostar todo a la pública.
“Creo que la mala señal que está dando es que no se quiere inversión privada sino que todo sea público, pero la privada es siete veces mayor a lo que aporta el gobierno” expresó en entrevista con El Financiero.
Por su parte el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández,recordó que el predio ubicado en Paraíso fue donado a la federación para la ZEE, pero nunca fue ocupado y ahora servirá para un ‘polo de desarrollo’ para la refinería de Dos Bocas.
José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), lamentó la decisión del mandatario, ya que estos proyectos estaban dirigidos a la atracción de inversiones y a la generación de empleos, en zonas donde se requieren mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Alberto José Abraham Xacur, presidente de la Canacintra en Yucatán, dijo que “sería una pena que paguen justos por pecadores”.
En Michoacán, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de la entidad, Agustín Arriaga Diez, subrayó que “con la cancelación de las zonas económicas en el país se perderá la confianza de los inversionistas y se reducirá la competitividad internacional”.
El Financiero