EMIRATOS ÁRABES. Una mujer tuvo una lesión cerebral que la dejó en estado vegetativo, por proteger a su hijo en un accidente. 27 años después, despertó al escuchar su voz.
Cuando un hijo está en peligro, la madre saca fuerzas y coraje y realiza proezas impensadas. Como esta mamá, que al ver una situación de peligro para su hijo de cuatro años, no midió las consecuencias y se arriesgó para ponerlo a salvo.
El automóvil en el que viajaban fue embestido por un autobús, y el instinto maternal hizo que la mujer protegiera con su cuerpo al niño para evitar un impacto mayor. El nene salió ileso, pero la madre sufrió lesiones varias, entre ellas un golpe que la dejó en coma, porque no la atendieron correctamente en el momento.
El accidente sucedió en los Emiratos Árabes, y la señora fue trasladad a para su tratamiento a Londres, donde le diagnosticaron “estado vegetativo”, según informa Daily Mail, presumiendo que aunque o daba ninguna respuesta, sí podía percibir el dolor.
Ya de vuelta en su país, durante dos décadas estuvo internada, conectada a las máquinas que aseguraban su supervivencia, y en abril de 2017 el jeque Mohamed bin Zayed, el príncipe heredero de Abu Dhabi, al conocer esta situación decidió otorgarle una subvención para el tratamiento.
A partir de allí, una luz de esperanza se encendió en su horizonte. Fue trasladada a Alemania, donde le realizaron diversas cirugías para reparar sus músculos, y un año más tarde empezó a dar muestras de mejoría, haciendo algunos sonidos extraños.
Al despertar, la primera palabra que pronunció fue el nombre de su hijo: Omar.
“¡Fue ella! Ella me llamaba, yo volaba de alegría; Durante años he soñado con este momento, y mi nombre fue la primera palabra que dijo”, comentó entre lágrimas el hijo.
Después de 27 años, el reencuentro de la madre y el hijo fue verdaderamente conmovedor.
Si bien la mujer sigue necesitando tratamientos de rehabilitación, el informe de los doctores del Hospital Mafraq el mes pasado dice que “actualmente puede comunicarse con uno mismo y rodearse de manera muy razonable, especialmente en situaciones familiares”.