Una presunta negligencia médica y homicidio fue denunciado
en la Fiscalía General del Estado, por el padre del joven fallecido, a fin de
que la autoridad ministerial se encargue de las investigaciones
correspondientes y resuelva lo que proceda conforme a derecho.
El empresario Miguel Angel Novelo Arias, con domicilio en el
fraccionamiento Sol Campestre, a través de su apoderado legal, presentó ante el
Ministerio Público una denuncia penal por hechos posiblemente delictuosos, responsabilidad
médica y homicidio, que le atribuye a los médicos Alberto de Jesús Cabañas
García, Eduardo Cabañas Corona, Raúl Cárdenas Pérez, Jaime Mendoza Bernal, Luis
Jorge Sobrino Avila y/o Héctor Ortegón Baqueiro.
En los hechos que obran en la denuncia y/o querella, se
expone que es representante y tutor de su hijo fallecido Mauricio Novelo
Amable, el cual era una persona con capacidades diferentes, contaba con la edad
de 26 años y a lo largo de 25 años le habían practicado 3 operaciones para
colocarle una válvula de drenaje en la cabeza, todas con éxito y sin
contratiempos.
A principios del año 2019, “Mau”, como le llamaban de
cariño, empezó a presentar dolores esporádicos de cabeza, por lo que se acudió
al consultorio 815 del Hospital Star Médica, con el Dr. Alberto Cabañas García,
quien después de varias visitas le recomendó al Dr. Eduardo Cabañas y en la
entrevista se le comentó que el Dr. Raúl Cárdenas, a lo largo de la vida del
joven lo operó en 3 ocasiones.
Entonces el Dr. Cabañas le comentó que casualmente operan
junto y que platicaría con su colega para determinar qué procedía en su
paciente, como los dolores continuaban y eran más intensos, regresaron a la
clínica y le informaron que tenían que cambiarle la válvula que tenía colocada,
ya que estaba drenando de más y colocarían otra llama con sifón, para evitar
que continuaran los dolores de cabeza.
Es el caso que el día 6 de mayo del 2019 se practicó la
operación en el Hospital Neuropsiquiátrico, todo aparentaba que había sido
exitosa, pues salió sin dolores, pero a las pocas horas empezaron de nuevo y
procedieron a tratarlo con analgésicos y lo enviaron a la casa para su
recuperación.
Sin embargo, los dolores continuaron y tuvo que ser
internado en el Hospital Star Médica, pidiendo los padres que le cambiaran de
nuevo la válvula y le colocaran una de pudenz, como la que tuvo siempre y sin
ningún problema, pero le dijeron que el dolor era normal, que tenía que
adaptarse a un nuevo tipo de válvula y le recetaron más analgésicos y le dieron
el alta.
Los dolores de cabeza eran cada vez peores, por lo que
insistieron en el cambio de válvula, pero sólo le dieron analgésicos, al paso
de los días y estando en el hospital, se le abrió la herida de la cirugía y
decidieron volver a operar, pero no le cambiaron la multicitada válvula, le
drenaron todo el líquido encefalorraquídeo y desapareció el dolor, pero al
tener una válvula que drena muy poco le regresaron los dolores y se empezó a
congestionar el cerebro por el exceso de líquido.
Incluso decían que el dolor era crónico y que había que
suministrarle un medicamento llamado Citox, el cual tardaría de 2 a 4 semanas
en hacer efecto.
Como el dolor continuaba decidieron llevarlo a la Clínica de
Mérida, donde el Dr. Luis Jorge Sobrino le prescribió analgésicos para mitigar
el dolor, pero como no se le controló decidieron viajar a la Ciudad de México,
donde llevaron los estudios y los médicos señalan que había un error en el
diagnóstico, ya que era totalmente al revés, Mauricio tenía demasiada presión
endrocraneal, ya que la válvula que le colocaron no era la indicada, la que
necesitaba era la simple válvula de pudenz, como la que tuvo por 25 años.
De regreso a Mérida y al consultar con los médicos le
practicaron al paciente una punción lumbar el 9 de julio, la cual resultó con
una presión del doble de lo que debía tener y entonces decidieron cambiar la
válvula, al salir de la operación comentaron que les había quedado un poquito
largo el catéter de absorción, pero que preferían dejarlo así y esperar al otro
día a ver cómo reaccionaba, lo que el denunciante señala como negligencia
médica, ya que quedó tan fuera que no drenaba absolutamente nada.
Al día siguiente el cerebro estaba peor que antes, con una
tremenda cantidad de líquido y la presión fue tan grande que le produjo
infartos cerebrales y convulsiones.
Después de otros tratamientos e intervenciones, finalmente
el día 21 de septiembre el joven Mauricio falleció por un infarto al miocardio
e hidrocefalia, producidos por el exceso de presión endocraneal, por lo que presentó
una denuncia penal por presunta negligencia médica.
Fuente: PorEsto