Mérida: Por negligencia médica fallece una persona con discapacidad

01 octubre 2019
Noticias de Yucatán. 

Una presunta negligencia médica y homicidio fue denunciado en la Fiscalía General del Estado, por el padre del joven fallecido, a fin de que la autoridad ministerial se encargue de las investigaciones correspondientes y resuelva lo que proceda conforme a derecho.

El empresario Miguel Angel Novelo Arias, con domicilio en el fraccionamiento Sol Campestre, a través de su apoderado legal, presentó ante el Ministerio Público una denuncia penal por hechos posiblemente delictuosos, responsabilidad médica y homicidio, que le atribuye a los médicos Alberto de Jesús Cabañas García, Eduardo Cabañas Corona, Raúl Cárdenas Pérez, Jaime Mendoza Bernal, Luis Jorge Sobrino Avila y/o Héctor Ortegón Baqueiro.

En los hechos que obran en la denuncia y/o querella, se expone que es representante y tutor de su hijo fallecido Mauricio Novelo Amable, el cual era una persona con capacidades diferentes, contaba con la edad de 26 años y a lo largo de 25 años le habían practicado 3 operaciones para colocarle una válvula de drenaje en la cabeza, todas con éxito y sin contratiempos.

A principios del año 2019, “Mau”, como le llamaban de cariño, empezó a presentar dolores esporádicos de cabeza, por lo que se acudió al consultorio 815 del Hospital Star Médica, con el Dr. Alberto Cabañas García, quien después de varias visitas le recomendó al Dr. Eduardo Cabañas y en la entrevista se le comentó que el Dr. Raúl Cárdenas, a lo largo de la vida del joven lo operó en 3 ocasiones.

Entonces el Dr. Cabañas le comentó que casualmente operan junto y que platicaría con su colega para determinar qué procedía en su paciente, como los dolores continuaban y eran más intensos, regresaron a la clínica y le informaron que tenían que cambiarle la válvula que tenía colocada, ya que estaba drenando de más y colocarían otra llama con sifón, para evitar que continuaran los dolores de cabeza.

Es el caso que el día 6 de mayo del 2019 se practicó la operación en el Hospital Neuropsiquiátrico, todo aparentaba que había sido exitosa, pues salió sin dolores, pero a las pocas horas empezaron de nuevo y procedieron a tratarlo con analgésicos y lo enviaron a la casa para su recuperación.

Sin embargo, los dolores continuaron y tuvo que ser internado en el Hospital Star Médica, pidiendo los padres que le cambiaran de nuevo la válvula y le colocaran una de pudenz, como la que tuvo siempre y sin ningún problema, pero le dijeron que el dolor era normal, que tenía que adaptarse a un nuevo tipo de válvula y le recetaron más analgésicos y le dieron el alta.

Los dolores de cabeza eran cada vez peores, por lo que insistieron en el cambio de válvula, pero sólo le dieron analgésicos, al paso de los días y estando en el hospital, se le abrió la herida de la cirugía y decidieron volver a operar, pero no le cambiaron la multicitada válvula, le drenaron todo el líquido encefalorraquídeo y desapareció el dolor, pero al tener una válvula que drena muy poco le regresaron los dolores y se empezó a congestionar el cerebro por el exceso de líquido.

Incluso decían que el dolor era crónico y que había que suministrarle un medicamento llamado Citox, el cual tardaría de 2 a 4 semanas en hacer efecto.

Como el dolor continuaba decidieron llevarlo a la Clínica de Mérida, donde el Dr. Luis Jorge Sobrino le prescribió analgésicos para mitigar el dolor, pero como no se le controló decidieron viajar a la Ciudad de México, donde llevaron los estudios y los médicos señalan que había un error en el diagnóstico, ya que era totalmente al revés, Mauricio tenía demasiada presión endrocraneal, ya que la válvula que le colocaron no era la indicada, la que necesitaba era la simple válvula de pudenz, como la que tuvo por 25 años.

De regreso a Mérida y al consultar con los médicos le practicaron al paciente una punción lumbar el 9 de julio, la cual resultó con una presión del doble de lo que debía tener y entonces decidieron cambiar la válvula, al salir de la operación comentaron que les había quedado un poquito largo el catéter de absorción, pero que preferían dejarlo así y esperar al otro día a ver cómo reaccionaba, lo que el denunciante señala como negligencia médica, ya que quedó tan fuera que no drenaba absolutamente nada.

Al día siguiente el cerebro estaba peor que antes, con una tremenda cantidad de líquido y la presión fue tan grande que le produjo infartos cerebrales y convulsiones.

Después de otros tratamientos e intervenciones, finalmente el día 21 de septiembre el joven Mauricio falleció por un infarto al miocardio e hidrocefalia, producidos por el exceso de presión endocraneal, por lo que presentó una denuncia penal por presunta negligencia médica.

Fuente: PorEsto

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