Fueron varias las muestras de cariño de la afición para Carlos Salcido, quien en el partido de esta noche ante el Guadalajara, equipo en el cual nació futbolísticamente, se despidió del profesionalismo defendiendo la casaca del Veracruz.
Los seguidores rojiblancos en todo momento le mostraron respeto, cariño y cuando salió con su equipo al protocolo antes de iniciar el encuentro, al momento que el sonido local mencionó su nombre, la hizo varias carretadas de aplausos para quien muchos califican, como una leyenda del “Rebaño”.
Era un día especial y Salcido utilizó unos zapatos especiales que llevaban su nombre, la fecha del partido, ante quién y la bandera de México, en un detalle de la marca que lo patrocina, para que los guardara como recuerdo en su último cotejo como profesional.
Fue el centro de atención durante muchos pasajes del encuentro, así como durante los movimientos de calentamiento. A Salcido se le vio contento, disfrutando cada momento que vivía en su último día como profesional en el futbol, ya que pasará al grupo de los retirados y buscará una oportunidad para dirigir en fuerzas básicas, ya que cuenta con su título.
En cuanto se terminó de tomar la foto el Veracruz, Salcido quiso irse con los suyos a su sector del campo, pero Jesús Sánchez lo jaló, para que se tomará la última foto de su carrera profesional, con el equipo rojiblanco, en el que nació y luego hizo una gran carrera.
Salcido dijo que esperó mucho este momento, que lo disfrutó al máximo y dejó abierta la puerta por si en algún momento, el Guadalajara le hace la invitación de integrarse a sus fuerzas básicas como técnico o en algún otro departamento, pero dejó claro que exclusivamente en cancha.
“Si Chivas me propusiera algo así, a ojos cerrados lo aceptaría, en el Guadalajara hasta de barrendero trabajo, no tengo problema, amo a esta institución, la llevo en mi sangre y siempre estaré agradecido. Chivas me dio todo y estoy en paz, me voy feliz de haber vivido tan gratos momentos y de haberme formado como persona”.
Salcido al terminar el encuentro, se despidió de sus compañeros del Veracruz, porque ya no regresa al puerto jarocho, pues dejó todo arreglado para quedarse en la perla tapatía, donde estará atento de su hijo, que está en las fuerzas básicas del chiverio y se le verá seguir en la “Gigantera”.