Una cosa positiva de la fama es utilizarla como herramienta
para concienciar al mundo de una amplia diversidad de problemas. En los últimos
meses, un precioso movimiento que cada vez coge más y más fuerza es hablar de
los abortos y los altibajos durante el embarazo, un problema cotidiano en el
día a día de las mujeres que hasta hace poco parecía que no tenía cabida en el
mundo a la hora de hablar de él.
Recientemente, famosas como Hilaria Baldwin, Rosanna
Zanetti, Shay Mitchell, Carola Baleztena o María Lapiedra han hablado de esta
terrible pérdida y ahora, Beyoncé se ha subido al carro.
En una reciente entrevista con Elle, para la sección
‘pregúntame lo que quieras’, la cantante ha sorprendido a todos al hablar por
primera vez de una de las etapas más duras de su vida cuando se le estaba
preguntando si se sentía decepcionada por no haber ganado ningún Grammy:
“Comencé a buscar un significado más profundo de las cosas cuando la vida
comenzó a enseñarme lecciones que no sabía que necesitaba. El éxito me parece
diferente ahora. Aprendí que todo el dolor y la pérdida son, en realidad, un
regalo”, comienza diciendo.
“Tener abortos involuntarios me enseñó que tenía que ser mi
propia madre antes de poder ser madre de otra persona. Luego tuve a Blue, y la
búsqueda de mi propósito se hizo mucho más profunda”, continúa diciendo. “He
muerto u he renacido en mi relación conmigo misma, y esa búsqueda de mi
verdadero yo se hizo aún más fuerte”. Para Beyoncé, ser el número uno en el
mundo de la canción ya no es una prioridad, siendo su familia y su salud los
dos pilares que ocupan ahora el centro de su vida. “Mi verdadera victoria es
crear arte y un legado que vivirá mucho más allá de mí, y eso es gratificante”,
confiesa.
Además, Beyoncé admite que es estresante encontrar un
equilibrio entre su familia y su trabajo, aunque le consuela saber que es algo
que todas las madres trabajadoras sufren en su día a día: “Asegurarme de estar
presente para mis hijos (dejar a Blue en el colegio, llevar a Rumi y Sir a sus
actividades, tener tiempo para salir con mi esposo y estar a tiempo para cenar
con mi familia) mientras dirijo una empresa puede ser un desafío. Hacer
malabares con todos esos roles puede ser estresante, pero eso es lo que vive
cualquier madre trabajadora”, finaliza.
Fuente: El Universal