La Gresle, una pequeña localidad en el este de Francia ha
declarado prohibido morirse en sus casas los fines de semana o en
algún día festivo.
“El sistema es absurdo y la alcaldesa dice que responde con
una medida absurda”, declaró para un medio local la Alcaldesa Isabelle
Dugelet.
De acuerdo con e l portal de noticias El Debate, el 1 de
diciembre se necesitaron dos horas y media para encontrar un médico que
certificara la muerte de una persona en su hogar (un procedimiento obligatorio
para poder empezar los preparativos para el funeral).
Por lo que considera que es una falta de respeto para la
familia, así como para el difunto. Todo debido a la falta de médicos en este
pueblo de poco menos de 900 habitantes.
"Las personas tienen dificultad en encontrar un médico
y a veces deben recorrer muchos kilómetros para hacerse atender por uno",
aseveró la Alcaldesa.
La nueva medida fue implementada, principalmente, para
llamar la atención de las autoridades, pues consideran que las comunidades
rurales en Francia, son olvidadas en su mayoría, afectación que sufre por
el momento la localidad.
Por eso sacó la ordenanza, que dice: "Está prohibido
que los habitantes mueran en sus casas en el territorio municipal los
sábados, domingos y días festivos, por tiempo indefinido".