La justicia argentina reabrió una causa contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, conocida como “Cristina K”, quien asumirá el cargo de vicepresidenta el próximo martes, por adquirir supuestamente una embarcación a través de terceras personas.
Un tribunal de apelaciones del Poder Nacional de Justicia decidió revocar el sobreseimiento que había dictado previamente la jueza María Servini, al considerar que esa decisión fue “prematura” al no haberse realizado las pruebas suficientes que sugirió el fiscal del caso, Guillermo Marijuan.
La causa se originó después de una denuncia que se ajustó a la declaración del ex contable de la familia Kirchner, Víctor Manzanares, quien contribuyó bajo la figura de arrepentido en la llamada “causa de los cuadernos”, en la que se investiga a Fernández y empresarios y funcionarios kirchneristas por supuestos sobornos.
Manzanares dijo que ese barco, el “Santa Cruz”, era de la familia Kirchner, que en el momento de la compra de dicho yate en 2008 tenía a Fernández como presidenta argentina.
Al comprar la nave, que según varios medios argentinos se trata de una embarcación de lujo, todavía vivía el presidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien murió en 2010.
La eventual vicepresidenta argentina habría utilizado como supuesto testaferro al arquitecto Pablo Miguel Grippo, quien trabajó en varias ocasiones para los Kirchner, y compró la firma Marpatag S.R.L. en 2008.
EFE.