Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre por su carácter fiel y cariñoso. Además, estos animales son capaces de mostrar empatía respecto a las personas, ya que entienden sus gestos y expresiones verbales y físicas. Así, los perros pueden llegar a adoptar actitudes propias de los humanos.
Y un buen ejemplo de ello nos lleva hasta Mornington, un barrio del sur de Melbourne, en Australia, donde un perro que esperaba a su dueño en el interior de un coche se impacientó hasta el punto de hacer sonar el claxon para que lo liberara.
El hombre dejó al animal en el vehículo mientras realizaba un recado en uno de los comercios del barrio pero, al parecer, la espera se le hizo demasiado larga.
Entonces, el perro pasó a la parte delantera, ocupó el asiento del conductor y, ni corto ni perezoso, hizo sonar la bocina impacientemente hasta que consiguió llamar la atención de su dueño.
Así lo constató el ciclista profesional Steele von Hoff que pasaba por la zona y que grabó la escena con su teléfono móvil. El hombre compartió el vídeoen su cuenta de Instagram con un mensaje irónico: “yo solía hacer lo mismo cuando mamá iba al supermercado sin mí”.
En las imágenes se puede observar al animal mirando fijamente a través de la luna delantera del coche mientras hace sonar el claxon hasta que, en un momento dado, aparece el conductor acercándose y regañándolo amistosamente.